Si nos rescatan, como parece que va a suceder en unas horas, habrán ganado los malos. Habrán ganado los mercados, los especuladores, los tecnócratas, los ricos y habremos perdido la inmensa mayoría de nosotros. Da igual el sentido de nuestro voto, ciudadanos de a pié que tratan de sacar su proyecto vital adelante verán como su vida se vuelve un infierno.
Los artífices de esta gran estafa a la que llaman crisis se frotan las manos. No les ha bastado con recortar todos aquellos derechos que los españoles conseguimos con años de generosidad y esfuerzo. Generosidad en la transición, renunciando a que se hiciera justicia y se castigara a los que habían ayudado en el genocidio que sufrió parte de la población de manos del dictador. Esfuerzo para modernizar un país que llevaba cuarenta años de retraso con relación al nuestro entorno, esfuerzo para construir las infraestructuras que permitieran el desarrollo económico, esfuerzo para cotizar a la Seguridad Social para dotarnos de un sistema justo y moderno de pensiones, salud, prestaciones de desempleo…
No es suficiente haber elevado la edad de jubilación, obligando a nuestros mayores a trabajar más años y dificultando el acceso al empleo de nuestros jóvenes. No es suficiente haber reformado el mercado de trabajo de forma que cualquier trabajador puede ser despedido pagándole 20 días por año trabajado con un máximo de doce mensualidades aunque lleve 30 años trabajando en la empresa. Una reforma laboral que permite tener contratados a nuestros chicos en semi esclavitud, un contrato de 364 días con despido libre y gratuito. Una reforma laboral que facilita el despido sin coste alguno de un trabajador que para su desgracia contraiga un cáncer o se rompa una pierna.
En los últimos días, nuestro gobierno, absolutamente desbordado por la situación va ofreciendo nuevos sacrificios al dios mercado para que en su infinita bondad, aleje de nosotros el cáliz del rescate. Así, elevan las tasas universitarias consiguiendo que los hijos de los obreros tengan muy complicado el acceso a la universidad. Así, gobiernos ultra liberales como el de la Comunidad de Madrid, la derecha más rancia de la derecha española, recorta en becas de comedor, cuando muchos estudios alertan de que hay críos, aquí en España, que la única comida al día que hacen es en el colegio.
Ahora bien, de meterle mano a los ricos no oímos ni una palabra. De subir los impuestos a las SICAV, esas sociedades donde los que están podridos de dinero meten sus tesoros y apenas tributan por ellos un 1%, ni hablamos que se asustan y se llevan el dinero fuera. No solo no pensamos subir el tramo más alto del IRPF, para que Cristiano Ronaldo no tribute lo mismo que un médico, por ejemplo, sino que ofrecemos una amnistía fiscal para que todos aquellos ladrones profesionales, defraudadores del Estado y de todos nosotros, puedan lavar su dinero negro al módico precio de un 8%.
Ahora suenan tambores de rescate y los españoles nos echamos a temblar. No tenemos nada más que mirar a nuestros vecinos griegos, portugueses o irlandeses para ver la que se avecina. Sus primas de riesgo no han bajado. Su deuda soberana sigue financiándose con intereses imposibles de pagar a futuro. Sus ciudadanos no ven la forma de seguir adelante y llegan al suicidio por desesperación.
Rescatados ya no habrá democracia, Estado de Derecho, seguridad jurídica, nada. Rescatados podrán despedir funcionarios, que para eso llevan años convenciendo al resto de la población de que son vagos, malos, insolidarios. Rescatados podrán quitar prestaciones de desempleo o pensiones hasta donde el tecnócrata que pongan al frente considere. Rescatados podemos decir adiós al sueño de que nuestros hijos estudien y tengan una vida mejor que la nuestra, porque el sueño se tornará pesadilla.
Pero el apocalipsis no es inevitable, hay otra manera de salir de la crisis, una manera que propugna la social democracia, no solo española, sino fundamentalmente francesa y hasta norteamericana. Tanto Françoise Hollande como Barack Obama, nada sospechosos de ser peligrosos bolcheviques han dejado claro que sin inversión productiva, sin ayuda del sector público al crecimiento, no se saldrá de la crisis. Necesitamos más Europa, más Estado, más control de los especuladores. Apostemos por el capital productivo y no por el especulativo.
Quiero ver madurar a mi hija, enfrentarse al gran reto de la Selectividad, elegir con ilusión una carrera universitaria y sentir la emoción que yo sentí el primer día que crucé el campus de la Universidad Autónoma de Madrid. El orgullo de haber logrado un sueño, la sensación de que me estaba labrando un futuro, un buen futuro en el que el esfuerzo recibiría una recompensa.
No quiero tener que verla partir en busca de una oportunidad camino de Alemania, Reino Unido o cualquier otro país que no esté sometido al dios mercado. Me niego a que tantos años de sacrificio, de mi abuelo que luchó en dos guerras y se jubiló con más años de cotización a la Seguridad Social que de vida, se vayan por el desagüe del Rescate. Me niego.
MartuBlog 
Yo también me niego, desgraciadamente ya he visto a mi hijo, partir a India, un pais emergente, donde aprovechar su formación pública como ingeniero y sus idiomas trabajados a golpe de becas.
Pero por tu hija y por los hijos e hijas de la inmensa mayoría, me niego a ese rescate que no es más que un secuestro de nuestros derechos, sueldos y conquistas sociales conseguidos con nuestro sudor.
Un inmenso abrazo socialista!!
No creo que la social democracia sea una solución.
Yo también me niego, pero ya he visto a mi hijo, un gran periodista, partir hace unos días hacia Alemania a trabajar allí. En las próximas semanas, mi hija, recién diplomada en Magisterio en la especialidad de Lengua Extranjera, se marchará también en busca de un futuro mejor……. Estamos exportando a nuestros universitarios, a gente concienciada socialmente y muy preparada profesionalmente …….. Y me temo que el en año próximo, cuando me gradúe y sea ya enfermero, me tendré que ir también si quiero trabajar y vivir de mi profesión…….
Yo no creo que a largo plazo este rescate (o línea de crédito como diría Rajoy) sea beneficioso. Está claro que hay condiciones por mucho que nos digan, y ese dinero va a tener que ser devuelto. Nos vamos a endeudar aún más y nos va a costar el doble volver a crecer.
¿Quién nos iba a decir que los ultra defensores del libre mercado, los que defendían que el Estado no debía de interferir en la economía, que el libre desenvolvimiento de el sistema capitalista traería la felicidad y la riqueza a los pueblos, ahora esos liberales se arrastran pidiendo la intervención de los poderes públicos para ser salvados de la quiebra de nuevo?
La Burguesía en todos los lugares y tiempos a lo largo de su historia ha recogido los beneficios de la sobreproducción económica a costa de exprimir a través de la explotación capitalista del trabajo a la clase obrera su único medio de subsistencia. El crecimiento desmedido de esos beneficios no ha contribuido en un aumento significativo de los salarios de los trabajadores, por el contrario, ha basado su crecimiento en la congelación y disminución de estos y en un deterioro continuado de los servicios públicos llevando a cabo privatizaciones en Sanidad y Educación, encareciendo la vida de las familias trabajadoras aumentando la presión fiscal y el precio del transporte.
El entonces locuaz Director del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordoñez, culpabilizaba al ya por si deteriorado mercado laboral el responsable de todos los males que aquejaban a la economía española y su competividad en Europa. Ni una palabra sobre la fragilidad del sistema bancario y su control por los organismos reguladores entre ellos el qué él representaba. Hoy esa reforma laboral condena a más del 23% de los trabajadores al desempleo y
a más de 700.000 de estos a no recibir ninguna prestación o ayuda.
Más de 2 millones de niños en nuestro país están condenados a la pobreza absoluta, en muchos comedores sociales, los que no han cerrado, no dan abasto y sirven un solo plato de comida como menú. Las familias españolas sostienen solidariamente a los suyos, sobre todo los “abuelos” que empiezan a notar que sus pensiones no dan para tanto. Más de medio millón de familias han sido desahuciadas, se han partido familias enteras; hijos por un lado, padres por otro.
La intervención económica, tendrá como resultado un agravamiento
aún mayor en la vida de los trabajadores y una pauperización o proletarización de las clases medias, vía de mayores ajustes, recortes sociales, despidos y recortes salariales.
La clase obrera tiende poco a poco a manifestar su rechazo a esta política a medida de que individualmente van sufriendo las consecuencias de ella. La psicología de las masas no cambia de la noche a la mañana pero ya se percibe su indignación y sus ganas de combatirla.
Los socialistas en base a un programa marxista debemos tender puentes entre las reivindicaciones puntuales de los trabajadores y la organización de estos políticamente para transformar el Estado capitalista en un Estado Obrero, donde estos ejerzan el control directo y democrático. Ahora es más necesario si cabe el Partido de la Clase Obrera, combatiendo la desviación burocrática de los sindicatos de clase y el programa reformista que defienden tanto el PSOE como I.U.
ANDA VETE Y DATE UN BARRIGAZO , LOS PRIMEROS QUE PIDIERON AUSTERIDAD FUERON EL ZAPATERO Y SU PANDILLA DE DELINCUENTES Y LOS QUE MAS HAN ROBADO , SI HABLAS DE QUE LOS POLÍTICOS DEBEN SER LOS PRIMEROS EN DAR EJEMPLO, NOMBRA A TODOS NO SOLOS A LOS DEL PP QUE SE TE VE EL PLUMERO
Somos muuuuuy tontos. Unos más que otros. Defender un color político en los tiempos que corren? Señores/as!!! Son la clase política, los banqueros y los grandes empresarios los que nos han traido la ruina a los trabajadores mientras ellos siguen disfrutando de sus lujos cada día más. No van a escuchar a la población a la que supuestamente representan, no les interesa. Están protegidos por las leyes y las autoridades, ellos las ordenan en su propio beneficio. Lo único que les interesa, sean del color que sean, es vivir en palacetes, viajar en coches de lujo, veranear en miniparaisos sin molestias de la plebe y todo ello sin dar un palo al agua. La población obrera somos los que los mantenemos y solo exigimos una vida decente que respete la carta de derechos humanos como derecho al trabajo, a una vivienda digna, a educación, a sanidad… Se los están cargando y en lugar de unirnos y salir a la calle a ponerlos en su sitio nos dedicamos a contemplar como nos engañan, y encima algun@s defienden lo indefendible porque a ell@s no les ha tocado aún, y salimos a la calle a celebrar las victorias deportivas que para eso no molesta que las corten… El día que nos unamos para luchar contra la injusticia, ese día cambiarán las cosas, hasta entonces esto es lo que hay.
Verdades como puños pero que podemos hacer para cortar todo esto.