Advierto a todo el que vaya a leer esta entrada que estoy enfadada, harta, desencantada y con ganas de mandarlo todo al carajo por lo que aquellos espíritus sensibles y dados al optimismo que no tengan ganas de escuchar críticas salidas directamente de las entrañas no deberían seguir leyendo, el que avisa no es traidor, es avisador.
Desde que terminara el Congreso de Sevilla con aquella promesa perdida de realizar una Conferencia de Organización en la que se tratara a fondo el futuro del Partido Socialista como tal, el que yo gusto en llamar Modelo de Partido y que decidiría si seguíamos repitiendo los comportamientos que nos hacen perder militancia, no pintar nada en los barrios, ciudades y pueblos o permitir que se nos cuelen en las listas dos golfos como Tamayo y Saez de la mano de un golfo aún mayor, Balbás, me habéis leído miles de líneas sobre el asunto que han ido cayendo en saco roto.
Año y pico después seguimos entretenidos realizando Diálogos cargados de buenas intenciones pero con escasas y poco operativas conclusiones. Y lo digo con conocimiento de causa y una profunda pena, no en vano participé activamente y con ilusión en el que se celebró hace un mes en Oviedo sobre la regeneración democrática española. No tengo muy claro para qué sirvió el trabajo que hicimos en Oviedo, sé que me costó imprimirme el documento, trabajar sobre él, pegarme un madrugón, conducir cinco horas con nevada incluida cruzando Guadarrama hasta Oviedo, pasar un sábado entero escuchando ponencias, contar lo que yo pensaba que podría ser bueno para mi Partido y volver a conducir hasta Madrid.
En Madrid también nos entrenemos, llevamos un mes a vueltas con un documento llamado Convención Madrid Ciudad que pretende ser una actualización de los trabajos que ya realizamos en otra Convención de idéntico nombre en 2009 y que se supone sirvió de base para la realización del programa electoral 2011. Este fin de semana pasaremos el sábado escuchando a distintos ponentes defender lo allí recogido y a compañeros que nos hemos leído el documento y echamos mucho a faltar exponiendo las citadas carencias. Finalmente el domingo, el portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, el portavoz de la oposición en la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez y el portavoz de la oposición en el Congreso de los Diputados, Alfredo Pérez Rubalcaba, cerrarán la Convención de Madrid Ciudad.
Y mientras, entre Diálogos y Convenciones, la militancia nos desangramos al desayunarnos con la noticia de que el PP y el PSOE han pactado una postura común para llevar a Europa, por teléfono y sin contar con el resto de partidos del arco parlamentario, que, como es lógico, se han enfadado y esta mañana han dado plantón a los portavoz de los dos grandes partidos y con ello han alimentado el rechazo social hacia el bipartidismo. Ojo, que igual no es mala idea acudir frente Europa con una postura única española que diga no a más recortes, a más ajustes sobre los ya maltrechos bolsillos del contribuyente español, pero lo que está claro es que la escenificación ha sido más propia de un Esperpento de Valle Inclán que de un Partido Socialista Obrero Español que ha gobernado este país durante más de veintiún años y que aspira a volver a ser la alternativa en la que confíen todos aquellos que ven como el Partido Popular les está robando su presente, el futuro de sus hijos y hasta el pasado de sus mayores.
MI COLUMNA DE LOS JUEVES EN DIARIO PROGRESISTA: ESTAMOS SIENDO VIGILADOS