Con motivo de un viaje familiar me he perdido la primera parte de la recogida de avales para ser candidato a Secretario General del Partido Socialista Obrero Español, pero una vez recuperada la normalidad, procedo a cumplir con mi derecho como militante de avalar a aquel o aquella que considere mejor para dirigir nuestro querido Partido en estos tiempos difíciles.
Aclarar primero que lo que estamos eligiendo es un cargo orgánico, interno y que por tanto, todos los que se presentan son socialistas, compañeros, y solo por eso merecen mi respeto, pero que inevitablemente hay que elegir a uno de ellos y en mi caso lo hago siguiendo la máxima de lo que anuncié antes de salir de viaje, viendo quién se presentaba, para qué quería ser el Secretario General y lo que es más importante para mí, acompañado de quiénes.
Qué quiere decir lo anterior, que a todos ellos les apoyaré si en un futuro encabezan o aparecen en una lista que mi Partido presente a unas elecciones, a un proceso externo, ya sean europeas, nacionales, regionales o municipales, porque el peor de los nuestros será siempre mejor que el mejor de los otros, solo porque defiende las siglas, los principios y valores que todos decimos defender.
Puntualizar también, que mis muchos procedimientos internos vividos: primarias Borrell/Almunia, Morán/Leguina, Tomás/Trini, y Congresos varios, me hacen ser prudente a la hora de defender aquello que considero mejor sin atacar despiadadamente al “rival”, ya que los que hoy están enfrente, ayer estaban junto a mí y muchos de los que están hoy juntos, ayer no se podían ni ver, o quien hoy dice defender a tal o cual, antaño lo vetaba en una lista…, porque como decía ayer, esto es una partida de ajedrez, con muchas piezas en juego y los peones somos prescindibles, mejor no inmolarse innecesariamente.
Más importante aún de a quién apoyo o quién gane finalmente, será la manera en que elijamos esta vez, y confío que para siempre, al líder de los socialistas españoles: con el voto directo, libre y secreto de todos y cada uno de los militantes. Esta pretensión resumida en la máxima 1 militante 1 voto, la venimos defendiendo algunos desde hace varios años porque somos de la opinión de que es más difícil que se equivoquen 200.000 a que se equivoquen 800 delegados.
Voy ahora con el tema “candidables”, o precandidatos. He de reconocer que he leído con estupor que se pretenden presentar 11, lo que me reafirma en mi postura de exigir un 5% de avales necesarios antes de darle a cualquier el censo de militantes socialistas, con sus datos sensibles y poner a su disposición los escasos medios del Partido. Para ser sincera solo conozco a 4 de los 11 y por tanto me limitaré a dar mi opinión sobre esos 4.
Mi compañero y amigo Alberto Sotillos, encabezando una candidatura colectiva de Socialismo Democrático y cuyas principales valedoras son las hermanas Pérez, que pretende, nada menos, que refundar el socialismo, al que lleva atacando en cualquier medio que le hayan puesto a su alcance desde hace varios años. Creo que 135 años de historia merecen más respeto, algo más de amor a las siglas y sobre todo, mucha más preparación y conocimiento de la organización.
El compañero de Izquierda Socialista, Pérez Tapias, que defiende unas ideas más radicales, más a la izquierda, república, laicidad y federalismo, con las que empatizo emocionalmente pero que nos llevarían, de presentarlas a la sociedad así, sin explicación o pedagogía , a ocupar un lugar excéntrico, entendiendo este como alejado de la centralidad que nos permite ser un partido con vocación de Gobierno que llegó a aglutinar casi 11 millones de votos en las elecciones generales que ganó José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 –no olvidemos que el objetivo debe ser gobernar para cambiar las injusticias que están asolando a nuestros conciudadanos-
El compañero Pedro Sánchez, al que conozco bien, no solo porque estudiamos juntos en el Instituto y coincidimos militando en la Agrupación Socialista de Tetuán, sino porque en Madrid, hemos “sufrido” a los hombres de Blanco, ha elaborado un discurso, políticamente muy atractivo, pero que se está basando en ofrecer promesas de Gobierno, olvidándose de que se está postulando para ser el Secretario General del PSOE, no el candidato a las Elecciones Generales del 2015, que ese se decidirá a través de Primarias Abiertas a toda la sociedad. Y olvidando también que el programa básico para el socialismo de los próximos años, lo elaboramos entre todos los militantes durante el año pasado y lo plasmamos en la Conferencia Política de noviembre.
Finalmente, el compañero Eduardo Madina, al que yo he criticado mucho, fundamentalmente por su tibieza, por no haber dado la cara en momentos muy delicados, manteniendo un cómodo y cálido segundo plano, que se ha destapado en las últimas semanas: primero exigiendo el mantenimiento de las Primarias Abiertas a toda la sociedad en el calendario del PSOE, después condicionando su participación en el Congreso Extraordinario a que la elección del Secretario General fuera por todos y cada uno de los militantes y no a través de delegados, y al que he decidido avalar, en parte por mérito propio, en parte por descarte de lo anterior.
Todos ellos, a excepción de Sotillos, quizás, aunque también, tienen apoyos tanto en Ferraz, como en los aparatos regionales. Todos ellos, están siendo utilizados por los distintos actores del antiguo y nuevo PSOE, para tratar de que sean sus intereses los que primen en el futuro del Partido. Todos ellos reciben hoy ayuda interesada por las distintas corrientes, familias, sensibilidades, llámese como uno quiera, dentro del PSOE. No nos engañemos, ningún outsider llegará nunca a la Secretaria General ni del PSOE ni de ninguna otra organización porque las organizaciones están configuradas para proteger a sus miembros y garantizar su pervivencia.
No existe el Mesías, no hay mirlo blanco, los mirlos son todos negros, no llegará un iluminado que nos devuelva el pasado esplendor, ni falta que hace. Hay compañeros del Partido Socialista Obrero Español, compañeros que defienden cosas muy parecidas, con matices, compañeros que piensan que harán lo mejor para nuestra organización, compañeros que se someterán al juicio y elección de 200.000 militantes socialistas y el que salga elegido deberá terminar con este PSOE 51%/49% que hemos sufrido desde el Congreso de Sevilla y que deberá trabajar para que en las inminentes elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, recuperemos territorios tan importantes como Extremadura, Castilla La Mancha, Madrid o Valencia y Ayuntamientos históricamente socialistas que perdimos en 2011.