Cuando yo era pequeña, años 80, nada de móviles, ordenadores, internet, ni nada por el estilo, mi madre cuando salíamos de casa decía siempre: «¿habéis encendido el contestador automático? no vaya a llamar la Felicidad y no estemos en casa»
Muchos años después de eso yo sigo utilizándo esa idea maravillosa de que la Felicidad puede llamar en cualquier momento y hay que estar atentos para cogerle el teléfono… vuelvo de cualquier gestión y pregunto: «¿Me ha llamado la Felicidad?», los que me conocen ya saben de qué va, pero los que no suelen mirarme con cara de esta pobre está como una berza.
Pero es que a mí me ha llamado la Felicidad varias veces en la vida y confío en que volverá a hacerlo algunas más.
¿Es que vosotros nunca habéis esperado una llamada que os cambia la vida? Lo mismo puede ser cuando estás enamorado y te llama el objeto de tus sueños húmedos, que la respuesta a una entrevista de trabajo, puede ser el retorno de un amigo que está lejos o la mejoría de un familiar enfermo.
La Felicidad tiene muchas formas y aunque en ocasiones es esquiva, al final, como un buen amante, acaba llamando, lo que pasa es que hay gente que no pone el contestador, que no tiene nadie pendiente de coger el recado, hay gente que por más que la Felicidad llama están apagados o fuera de cobertura y así, así no hay manera.
P.D. Felicidad mía, yo si espero tu llamada.
MartuBlog 
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Di que si, que yo también espero que vuelva a llamarme. Para lo que sea, oye, que me vale cualquier cosilla, jajaja!
La vida, con alegría, es mejor vida. ;-DD
Qué inspiradora entrada!!! Hija, qué rebien escribes, a mí me llamó la felicidad pero hablaba en holandés y claro, no le entendí ni papa. Y pasó de largo!
¡Me ha encantado! Yo soy de las que piensan, como tu madre, que hay que tener el contestador «alerta» constantemente, porque la felicidad te puede llamar y tú no darte cuenta! A mí me pasó más de una vez en la vida. No escuché la llamada y dejé pasar grandes oportunidades : (
Recuerdos,
Srta Imperfecta
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Me acuerdo mattu qué bonitos aquellos días en los que poníamos el contestador cuando ns íbamos de casa, ahora con los móviles es que no hay misterio la felicidad te puede llamar en un momento inoportuno y dejarla pasar, antes encendias el contestador y escuchabas llena de esperanza esa llamada que podría cambiar tu vida ay tiempos pasados.
¡ Me ha encantado esta historia! A partir de ahora me comprometo no ya a dejar la linea de telefono, sino la puerta de mi corazón abierta por si la felicidad quisiera entrar.
Salud, Felicidad… ¡Y a ganar!
Como canta La Cabra Mecánica: felicidad, que bonito nombre tienes…
No creo que haya que buscarla pero tampoco hay que esquivarla.
http://unandaluzenpolonia.wordpress.com
Verdades verdaderas. Contestador siempre a punto. Y poner el contador a cero de los agravios también ayuda. Muy bueno, Marta!
Me ha gustado. Teniendo en cuenta que veo la felicidad más como un proceso «hasta qué» que como «una llamada» ¡Disiento! Pero sí es cierto que te ha quedado redondo 🙂 Felicidades 😛