No se por qué, mientras trataba de titular esta entrada me ha venido a la memoria esta magnífica película…
En realidad lo que me pasa estos días es que vivo grandes alegrías y muchas penas sin solución de continuidad: «más madera, son las listas».
Igual te llaman un par de compañeros muy queridos para decirte que en sus respectivos pueblos han prescindido de ellos, con la voz rota por la emoción, que te desayunas con la noticia de la inclusión en la lista de la Asamblea de una buena compañera y amiga o de que uno de tus ciberhijos va a ser concejal en su pueblo…
Y yo estoy como en una montaña rusa, doliéndome con los que caen, recreándome con los que entran y sabiendo que no es un drama no ir en listas, que hay que tener legítimas aspiraciones en política pero sin perder la razón ni el sentido.
Que cada uno debemos tener nuestra vida al margen de la política, nuestros trabajos, familias, amigos… y luego, la voluntad de servir, de aportar a lo público.
Claro que luego lees los comentarios de algunos envidiosos (hablo de los míos) y te dan ganas de darte al vino, gente mezquina incapaz de alegrarse del éxito de sus compañeros, imposibilitada para nada que no sea el sectarismo y el amiguismo, «si no van los míos me enfurruño y critico la lista».
De los animalitos de bellotas que andan diciendo barbaridades por la prensa amarilla y de todos los colores sobre tansexualidad, homosexualidad y demás cosas que no entienden, ni respetan, me abstengo de hablar que soy una señorita. Algunos con paquito vivían mejor, podían aplicar la ley de peligrosidad social a los que no eran como ellos.
Teniendo en cuenta la cantidad de tela que queda por cortar, qué estrés hijos míos. Los espíritus sensibles como el mío, están pidiendo a gritos unas vacaciones.
MartuBlog 
Decía mi padre, socialista hasta la médula y citando a algún político: » No te preguntes qué puede hacer el partido por tí, al contrario, pregúntate, qué puedes hacer tú por el partido». Mucha suerte en tu empeño, Martu.
Yo me indigno a diario un par de veces, y no puedo ni quiero hacerme permeable a determinadas decisiones que, para mi, no están justificadas. No obstante, cuando yo, llamo a alguien compañero,lo hago desde el máximo respeto a su labor en el partido, cada minuto dedicado al proyecto socialista es un minuto valioso , todo lo que sume , lo que aporte, lo que ilusione…
Pero yo, soy «nueva y tonta» y sigo sin entender porque los minutos de X valen más de los de Y´…