Mar llana y calma chicha

El estado de la mar y del viento en la mar, se mide, entre otras por la escala Douglas y para cuando el mar no se mueve y no sopla ni una brizna de aire se determina que hay mar llana y calma chicha.

Ayer, un buen amigo en Twitter me dijo, no he podido leerte en todo el día, hazme un resumen de lo que ha pasado en un solo tweet, 14o caracteres, a lo que respondí:

«Los que han mamado ya no lloran y por tanto calma chicha. Los demás esperando noticias de Gurb».

Ese es el estado de ánimo generalizado en las redes sociales de los últimos días: los alborotadores están tranquilos porque han conseguido parte de lo que querían o creen que lo han conseguido y los leales callados que no es menester cagarla el último día.

A mí todo eso me parece FE NO ME NAL, pero también os digo, vaya rollazo.

Analizando seriamente el asunto, un compañero de Izquierda Unida, me comentaba el otro día, «nosotros tenemos solucionado el tema de las listas hace un año». Pues me parece buena idea, cuanto antes mejor, así se puede trabajar para explicar a la ciudadanía tu proyecto sin interferencias.

A falta de 95 días para las elecciones, apenas 3 meses, es una pérdida de energía terrible, una sangría innecesaria estar con el tema de listas en lugar de trabajando para ganar Madrid.

Es una reflexión que quizá debamos hacernos de cara al futuro todos, cuánto más pronto y menos tiempo dediquemos a los nombres, más y durante más tiempo podremos ocuparnos de las ideas, de los proyectos, de las convicciones que son las que nos van a llevar a la victoria.

Como dice Tomás Gómez: ¡ Salud, felicidad y a ganar!