Estamos acostumbrados a ver imágenes de terremotos en Japón, en Sudamérica, en Turquía y hasta en Italia, pero ayer la tragedia nos tocó muy cerca, en Lorca, Murcia y nos cogió por sorpresa.
Por circunstancias familiares acostumbro a veranear en las Islas Canarias. Como soy de natural curiosa y me gusta mucho hacer turismo interior, he recorrido casi todas las islas descubriendo no solo su origen volcánico, sino también su juventud y reciente actividad sísmica y volcánica.
La misma cadena que generó con sus erupciones volcánicas esas maravillosas islas recorre parte de Andalucía y Murcia, pasa por las increíbles Islas Columbretes y llega hasta Italia con los míticos Etna y Vesubio.
Hace tiempo que los expertos vienen avisando que se espera un fuerte terremoto en España, del mismo modo que es probable que haya nuevas erupciones volcánicas en Canarias (la última data de 1971 el Volcán del Teneguía en La Palma).
Los fenómenos naturales adversos, terremotos, huracanes, lluvias torrenciales, sequías, erupciones volcánicas no nos son ajenos por más que nos empeñemos en verlos como algo que sucede muy lejos, a otros.
De lo sucedido ayer en Lorca solo cabe tomar buena nota, mejorar las construcciones para que no sean tan sensibles a los movimientos sísmicos y educar a la población para que sepa reaccionar con rapidez ante ellos. Inculcarles principios básicos de autoprotección a imagen y semejanza de lo que hacen con los niños en Japón.
Conozco Lorca porque acostumbro a ir a bucear a Aguilas y tengo familia en Murcia. Por ello quiero mandar un fortísimo abrazo a todos los que hoy han sufrido las consecuencias del terremoto de ayer.
¡Desde Madrid, estamos con vosotros!