La E-coli y yo.

Todos tenemos un pasado y yo no voy a renegar del mío, si, lo confieso, hace unos años yo tuve Escherichia-coli y no podré olvidarla jamás.

No fue, como todos estáis pensando, intestinal, nada de párrafos hablando de diarreas infernales, ni dieta blanda, ni caldo de arroz, no. Mi E-coli fue urinaria…

Una mañana de verano me levanté y parecía que orinaba cristales. Cada minuto tenía que ir al servicio. Era como si el infierno se me hubiera representado en la tierra. Es un sufrimiento tal que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, bueno, igual a ese que vosotros sabéis si, pero nada más y a la otra también y…

Acudí a Urgencias acompañada por mi madre y allí me pasó una de las anécdotas más graciosas que he tenido con un médico.  El hombre no hacía más que mirarme mientras me preguntaba si tenía algo que contarle y abría mucho los ojos y me miraba a mí y a mi madre alternativamente.

Al cabo de un rato de esta absurda situación le solté, ¿quiere usted saber algo sobre mi vida sexual, porque tengo 34 años, un marido y una hija de 12? El hombre cambió de color varias veces antes de balbucear, ah, es que parecías tan joven…

En fin que me hicieron pruebas y resulta que tenía una infección urinaria por E-coli que se cura con un antibiótico, si quiere hacer efecto a la primera y que me repitió al cabo de unos meses con más virulencia si cabe.

Entonces en lugar de ir a Urgencias me fui al ambulatorio que ya sabía de qué iba la cosa y un médico jovencito me soltó: «las mujeres de cierta edad, sois propensas a las infecciones urinarias» ¿cierta edad? ¿Cierta edad con 35 años? Cierta edad tendrá tu madre, guapo.

Al final me enteré que la culpa de mis infecciones urinarias por E-coli la tienen los alcaldes de los pueblos de la playa y mi afición al buceo. Me explico:

• los alcaldes de los pueblos costeros que no ponen depuradoras y lanzan las aguas fecales al mar sin tratar.
• mi afición al buceo que yo no aguanto sin mear un par de horas y suelo hacerlo tranquilamente en mitad de la inversión.

MartuConsejo de hoy, no mear en el mar, que está lleno de porquerías y te entran en el cuerpo y luego no hay manera de sacarlas.

APOSTILLA: Confirmado por las autoridades sanitarias alemanas que los pepinos españoles no son el origen del brote de E-coli que está causando estragos en el norte de Europa, ¿ahora qué, Señora Merkel? ¿Cómo va a compensar el Gobierno alemán a los agricultores españoles del daño que se les está causando? ¿Es que no hay en la Unión Europea mecanismos para evitar que unos países boicoteen a otros? Ojo que hay muchas maneras de rematar la economía de un país y desprestigiando uno de los productos que más exportación tiene, es de las mejorcitas.

Por supuesto la culpa de todo la tiene el Gobierno español y más concretamente Alfredo Pérez Rubalcaba, ya sabéis que ahora se ha convertido en el Demonio Rojo.