Ayer supimos que Elena Salgado, actual Vicepresidenta de Asuntos Económicos y mujer dedicada a la política en los distintos gobierno socialistas no repetirá su presencia en las listas que presentemos a las elecciones generales el 20 de noviembre.
Elena, es sin duda, mi Ministra favorita pero no por su actual etapa al frente de la cartera de Economía sino por su anterior presencia en el primer gobierno Zapatero como Ministra de Sanidad y Consumo.
En ese periodo entre el 2004 y el 2007 aprobó la primera Ley AntiTabaco, la que sacaba la nicotina de los centros de trabajos y a la que yo le debo la salud, la vida y hasta mi equilibrio mental.
En aquellos tiempos yo trabajaba con un jefe de los que encendía un cigarro teniendo otro en el cenicero, en un sala con 10 compañeros de los que fumaban, al menos la mitad.
Mañana y tarde, cinco días a la semana, mes tras mes, durante años sometida a la tiranía del humo de los insolidarios fumadores. En ocasiones había que abrir las ventanas en pleno invierno porque la atmósfera era irrespirable pero eso no hacía que se plantearan la posibilidad de fumar menos o fumar fuera.
Lo sangrante es que todos éramos y seguimos siendo especialistas en Salud Laboral y nos pasábamos el día peleando con las empresas para que sus máquinas no tuvieran emisiones peligrosas, pero el tabaco ¡ni tocarlo!.
Solo por convertir mi infierno laboral de humo asesino y malos olores en un ambiente respirable, ¡muchas gracias, Elena!.
Desde ayer he oído quejarse de ella desde el punto de vista económico, aunque lo cierto y verdad es que cuando cayó Grecia y tuvo que ser rescatada, todos apuntaron a España como siguiente víctima, pero no fue así.
Luego vino Irlanda y otra vez todas las miradas se posaron sobre España como siguiente en la lista para ser rescatadas, pero no fue así.
Después le tocó el turno a la vecina Portugal y los expertos dijeron, ahora si que si, la siguiente será España, pero no fue así.
Los especuladores cansados de sacudir el mercado español sin conseguir que se hunda han pasado de largo y se han concentrado en Italia y en los últimos días, hasta en la todo poderosa Francia y ¡España sigue sin caer!.
Digo yo, que algo tendrán que ver las políticas económicas llevadas a cabo por Elena Salgado. Igual algo han hecho las reformas, impopulares y dolorosas que se han realizado durante este segundo gobierno Zapatero. Estoy segura de que si el Presidente del Gobierno hubiera sido Mariano el Sesteante ya estaríamos rescatados y jodidos, como griegos, irlandeses, portugueses e italianos.
Por eso también, ¡gracias, Elena!.
Muy de acuerdo con todo, Martu. Salgado ha sido una ministra ejemplar, que ha sabido aguantar los embites ciegos de poder de la derecha, siempre con dedicación y una discreción y saber estar nada comunes en la política española actual. Una excelente política a la que sólo cabe agradecer su trabajo en las carteras que ha ocupado. Especialmente la de Economía, en el contexto actual.
Y con respecto al tabaco… Ya apenas nos acordamos, pero era terrible venir del trabajo con un aroma arrebatador en la ropa. Un gran atraso que sería aún una realidad si por otros fuera… Y ya sabemos quienes son esos otros, los que hacen gala de la libertad individual sin pensar en la libertad de cada uno como miembros de un colectivo social que somos. Los que recogían firmas para dejar sin efecto una ley necesaria y justa como pocas.
Pero claro, siempre está presente la España revelada en color sepia de los «¿Y quién te ha dicho a ti que yo quiero que conduzcas por mí?» 😦
Respaldo cuanto ha dicho David. Elena Valenciano acaba de decir que sólo ha pedido no ir en las listas. No descarta que pueda servir a los españoles desde otro puesto relevante. Últimamente se la ha visto partir peras con Christine Lagarde. Quién sabe. Por otra parte, pienso que ha terminado una etapa, incluso en esta crisis global, que nadie lo olvide, no sólo española como quieren hacer pensar quienes la impulsaron desde su descabellada política de liberalización del suelo. La próxima etapa puede requerir hombres de fuste y sabiduría probada como Jordi Sevilla. Apuesto por él.
Lamento no compartir vuestra opinión. Para mi Elena Salgado ha sido de lo peorcito que nos ha pasado durante el segundo mandato de Zapatero. Ha cogido con tal alegria las políticas neoliberales impuestas por Alemania, ha sido tan políticamente correcta con el sector bancario (recordemos que tiene a Campa, marcando estrechamente), que no me merece ningún halago ahora que se marcha. Y si, seguro que pronto la veremos en algún organismo internacional de esos que se pasan por el forro la soberania de los estados y las políticas sociales…