Ayer, como todos sabéis fuimos de Boda, se casó mi madre y fue un acontecimiento inter planetario. Como yo soy su primogénita me tocó escribirle unas líneas que leí, no sin cierta emoción, yo confieso.
En esta foto están las cuatro generaciones de primogénitas de mi familia, mi abuela de 84 años, mi madre de 61, yo con 39 y mi hija de 16. Es un verdadero lujo para todas poder disfrutar las unas de las otras.
A continuación os pongo el texto que leí en esas preciosas hojas que llevo en la mano y que fueron un guiño a mi madre y a lo que ambas defendemos ideológicamente.
Aquí estamos otra vez, madre. He dado muchas vueltas a este escrito.
Primero pensé en hacerte una breve biografía, pero todos los que estamos aquí te conocemos de toda la vida y podríamos contarnos los unos a los otros muchas anécdotas, no por repetidas, menos bonitas. ¿Te acuerdas abuela cuando la dabas de comer mirando los burros en Miajadas y solo quería la sopita de Pepe Loro? ¿Te acuerdas Jose cuando tu te dejabas lo más rico para el final y ella como un aguililla te lo guindaba del plato? ¿Te acuerdas Diego de cuando te dejaba en el cochecito atado a un árbol para irse a jugar con sus amigos a los que tú tenías la mala costumbre de llamar “papá”?¿Te acuerdas Ana de con qué gracejo manejaba la zapatilla? ¿O cuando quería darte con la plancha? ¿Te acuerdas Roberto de cuando venías los fines de semana a dormir a casa y te ponías malo por la alergia al gato y ella venga a darte jarabe para la tos?…
Luego dije, pues tiro de poesía y pongo unos versos de Benedetti:
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
Que son siempre muy agradecidos en este tipo de eventos y dejan una pátina de cultura del todo a cien que viste mucho.
Incluso pensé en ir poniendo algunas frases dedicadas por tus amigos a modo de sencillo homenaje que gusta tanto a los yanquis. Por ejemplo, tu antiguo alumno, David Bollero me ha encargado que te diga: «¡¡Ya está bien de vivir en pecado, hombre!! Eso es empezar la jubilación con buen pie. ¡Muchas felicidades!»; O tu camarada de batallas Antonio Carmona que dice: “Eres, amiga, en mis penas y alegrías, pero, sobre todo, eres compañera, del alma compañera”; o desde Guadalajara te manda José Luis: Un poco bruto, pero en fin… «A calzas viejas, bragueta nueva….» o mas cursi y ripiante:
Naciste hace pocos años
más allá del Miravete
y pasados esos años
te ves metida en un brete
el de casarte hoy en día
con un joven mozalbete
pues alégrate mujer
que seas feliz Awelete
Pero sobre todo UN BESAZO Y MI MEJORES DESEOS
Pero es que no hace falta nada para adornar la verdad, mamá, eres la mejor hija que se puede tener, la mejor hermana que uno pueda pedir, la mejor madre sin duda alguna, la mejor abuela con la que viajar, la mejor tía con la que contar, la mejor prima para lo que sea, la mejor cuñada para estar al quite, la mejor nuera para lo bueno y lo malo y sobre todo, ten por seguro Jorge, la mejor compañera para compartir la vida.
Gracias por ser tú.