Los ilusionistas

He leído en mi timeline de twitter lo siguiente:

@UnVirgen: solían ilusionarme, ahora yo suelo ilusionar, al parecer, ser ilusionista es parte del ciclo de la vida…

La reflexión me ha hecho sonreír y me ha llamado la atención por su autenticidad. No se puede decir más en menos palabras.

No quisiera sonar cínica, pero el inevitable paso del tiempo y las decepciones me hacen abordar el fenómeno de la ilusión desde lejos y con un cierto escepticismo.

Por mi ya larga vida han pasado muchos ilusionistas profesionales de los que guardo recuerdos agridulces.

Dulces en los días en que surtían efecto sus fuegos de artificio, en que aplaudías entusiasmada al ver aparecer la paloma bajo el pañuelo y la ilusión era la razón de amanecer.

Agrios en los oscuros finales en los que ves el conejo en el falso fondo de la chistera, en los que asoma el as en la manga, en los que definitivamente se les cae la careta y tienes que acordarte por las mañanas de respirar.

También en la vida política hay ilusionistas, magos de la palabra  y del gesto que nos llevan con su discurso a creer en un mundo mejor.  Hablo por supuesto de los Felipe González y Alfonso Guerra de ayer o los Rubalcaba y Tomás Gómez de hoy. Políticos tan convencidos de lo que defienden que generan una especie de hipnosis colectiva que nos lleva a creer que se puede.

Estos ilusionistas no son malos, como los que venden humo en el amor si no todo lo contrario. Es vital defender la alegría, la esperanza en el futuro, el convencimiento de que un mundo mejor es posible. Hay que ilusionar a los votantes porque sin la política, el mundo será gobernado por el capital, los mercados, los especuladores, los ricos y poderosos.

Por más que desde la derecha, política y mediática se trabaje para desprestigiar la política, para vendernos el mensaje de que todos los políticos son iguales, que no hay políticas de derechas y de izquierdas sino solo gestión de lo público, que da igual si mandan unos u otros porque se hará lo que digan los mercados, la realidad es que NO DA IGUAL.

No hay más que asomarse a lo que están haciendo los Presidentes Autonómicos del PP: ataques a la Enseñanza Pública y hasta a la gratuidad de la misma. Recortes en la Sanidad ahora ya avisan de que cerrarán servicios y acortarán horarios de atención al paciente. No pagan los conciertos con las clínicas abortistas ni las facturas de las Farmacias poniendo en riesgo la salud y la vida de los ciudadanos. Eliminación de ayudas para viudas, becas, libros, comedores escolares. Subidas de las tarifas del transporte público…

Porque NO SOMOS TODOS IGUALES, NI PARECIDOS.  Yo sigo apostando por el amor como apuesto por el PSOE, defiendo la política, la ilusión, el valor, el trabajo, el riesgo, la lucha, la victoria y hasta la desilusión como primer peldaño de una nueva ilusión.