Un acto heroico

En estos tiempos en los que todo parece estar en nuestra contra, ser socialista es casi un acto heroico. Ser y parecer ser socialista. Ser y sentir y gritar y pelear socialista. Ser y defender el ideario socialista es casi un acto heroico.

Cada uno de nosotros, militantes socialistas damos la cara por nuestro partido. Damos la cara con nuestras familias, con nuestros amigos, en los centros de trabajo, en la sala de espera del médico, en los bares tomando cañas y en las redes sociales.

Por eso, porque todos nosotros militantes socialistas sabemos qué difícil es declararse socialista en estos días, exponerse al ataque despiadado de la derecha, de la «izquierda auténtica», de los «puros purísimos», de los de Rosita y de los que ya no creen en nada quiero rendir un pequeño homenaje al compañero Antonio Miguel Carmona.

A cualquier hora y casi en cualquier canal un hombre, un socialista, casi un héroe da la cara a diario por todos nosotros. Lo mismo en Telecinco con Ana Rosa, que en La Sexta con Farreras, que en Intereconomía o nuevamente en Telecinco en La Noria, las corbatas de colores a juego con las gafas y el reloj de Carmona son señal inequívoca que el Partido socialista será defendido de todo y de todos.

No es fácil su papel, jamás encuentra un aliado en ninguna parte de la mesa, los que no le atacan por la derecha, lo hacen por la izquierda y aunque es nuestro, de Madrid, del Partido Socialista de Madrid, de Tomás Gómez, no duda en dar la cara por el Gobierno, explicar las medidas tan impopulares como necesarias que se han tomado en los últimos tiempos.

Gracias a él hemos aprendido que hace falta una política económica común en Europa para salir de esta crisis de deuda. Sabemos que fueron las mentiras de un gobierno conservador las que han llevado a Grecia a la bancarrota y con ella a todos nosotros al borde el abismo Hemos aprendido a diferenciar el déficit público del de las empresas y las familias…

Pero sobre todo, gracias a Carmona, a más de uno de nosotros no nos ha dado una apoplejía escuchando las barbaridades que la derecha tertuliana vierte contra los socialistas porque siempre han encontrado su oposición irónica, amable pero contundente.

Si los Ministros el Gobierno salieran a diario a defender y explicar sus políticas, si los Diputados y Senadores nacionales dieran la cara en los medios de comunicación cada vez que tomamos una medida impopular, si Secretarios de Estados, Delegados del Gobierno, Presidentes autonómicos y demás cargos socialistas siguieran tu ejemplo, compañero, cuánto mejor nos iría.

Alguno diréis, claro, tu le agasajas porque es tu amigo. Es verdad, tengo la fortuna de considerarte, Antonio, un compañero, un amigo, un hermano en la batalla, pero eso no torna falsa ni una sola de las palabras anteriores. Se que no es muy habitual hablar bien de un compañero en estos tiempos de miserias y envidias, de quítate tu para ponerme yo, de despreciar al cercano para ocultar nuestras carencias, pero a mí no me duelen prendas en reconocerte inmenso.

¡Tienes que cuidarte mucho Antonio Miguel Carmona, porque si todos somos contingentes tu eres necesario!