El giro a la izquierda de Hollande

La izquierda francesa se ve vencedora de las presidenciales, comienza el artículo de El Pais que habla sobre el discurso de Françoise Hollande y yo les envidio profundamente.

Lo primero que ha prometido Hollande es una reforma del sistema bancario francés. Para “controlar las finanzas” aprobará una nueva ley que obligará a los bancos “a separar sus negocios de especulación y crédito” y “prohibirá pura y simplemente los productos financieros sin relación con las necesidades de la economía real”.

A los socialistas madrileños nos suena la música de esta canción y si la traducimos, hasta la letra. Cuántas veces le hemos escuchado a Tomás Gómez hablar de un impuesto a la banca, a las transacciones financieras. Cuántas hemos aprendido lo que eran las operaciones a corto, méramente especulativas y que había que prohibir. Cuántas hemos oído pedir que aquellos que más habían recibido durante la crisis, los bancos, ahora tenían que ayudar a otros…

En su discurso Hollande habló de su infancia porque como yo siempre digo, cada uno es esclavo de su biografía y conviene hacer gala de los orígenes de uno si con ello se reafirma su discurso, se ratifican sus principios y valores.

El resumen de lo propuesto por Hollande, compromiso con la lucha contra la especulación financiera, renegar del Dios Dinero, laicismo, igualdad, justicia, menos poder en las manos del jefe del Estado. La izquierda clásica.

La izquierda clásica, ¿os suena?. «No quiero un nuevo socialismo, sino socialismo de nuevo», dice Tomás Gómez cada vez que le preguntan sobre la salida de esta crisis de votos sin precedente en el Partido Socialista español que trae causa en una política alejada de nuestros principios y valores que ha sido cláramente rechazada por el electorado en los todos los procesos electorales que se han producido desde mayo de 2010.

Que la izquierda francesa tenga opciones de gobernar en París, que la socialdemocracia alemana pudiera arrebatarle el poder a la cortoplacista de Angela Merkel, que Europa gire a la izquierda es un poco de luz en esta oscuridad que nos rodea y que nos permite mirar al futuro con un moderado optimismo.

El ejemplo de los socialistas franceses debería ser inspirador para la elección de la nueva ejecutiva del Partido Socialista. No nos empeñemos en repetir errores pasados, no pasemos la travesía del desierto que han pasado nuestros hermanos galos, no nos resistamos al cambio, a la renovación, a la vuelta a la esencia.

Cuando el electorado ha hablado alto y claro y nos ha dicho, así no, con vosotros no, no podemos cerrar los ojos y taparnos los oídos esperando que el tiempo lo cure todo. El giro a la izquierda de Hollande es un buen ejemplo.