Ya adelanto que esta entrada no va a ser un sesudo y objetivo análisis de la crisis griega, que aquí no encontrarás elaboradas estadísticas sobre el P.I.B., la deuda interna o externa helena, los salarios o el número de funcionarios, la burbuja inmobiliaria o la utilidad de las medidas de la troika.
Aquí solo encontrarás solidaridad con el pueblo griego. Empatía con su sufrimiento, reconocimiento de lo injusto y cruel de su situación. Y miedo, miedo de vernos de aquí a poco tiempo como ellos. Miedo a que los recortes sociales del PP, la brutal reforma laboral y las escasas medidas de estimulo a la economía de este gobierno de tecnócratas ultraliberales nos pongan en una situación desesperada como la que sufre la clase trabajadora helena.
No se si los griegos vivían por encima de sus posibilidades, tampoco creo que los españoles lo hiciéramos. Se que vivían como sus gobiernos les animaban a hacerlo. Se que los que mentían en las cifras que enviaban a Europa no eran los trabajadores sino el gobierno de derechas de Grecia.
No se si Grecia estaba preparada para entrar en el Euro, tampoco se si lo están o estaban los demás países que hemos ido entrando en la moneda única, pero si se que una vez dentro es responsabilidad de todos no dejarles caer, no dejar caer a ninguno porque la desgracia de uno es la de todos, o debería serlo.
Yo solo se que la clase trabajadora griega está pagando los errores, mentiras y fraudes de su anterior Gobierno. Que los más desfavorecidos en Grecia ven derrumbarse sus vidas condenados a pagar una deuda inmensa que se hará eterna y que les aboca a la miseria de varias generaciones.
Yo solo veo a un pueblo que sufre, que pasa hambre. Que en plena Europa del siglo XXI vuelven a abandonarse niños en las puertas de los orfanatos porque no se tiene con qué darles de comer. Veo ancianos desamparados, abandonados a su suerte en un duro invierno de frío y penuria. Veo jóvenes sin futuro que se echan a las calles a clamar por lo más básico, poder trabajar, poder estudiar, poder labrarse un porvenir.
Hoy Atenas arde literalmente. El pueblo ha estallado con una violencia que desde la comodidad de nuestros hogares, con la calefacción a 22º, tras haber cenado y comentándolo en twitter con una conexión de 20Mg, algunos no entienden.
No seré yo quién defienda la violencia pero tampoco osaré criticar a quienes presa de la desesperación hoy caen en ella y prenden fuego a la capital de la que fue la cuna de la cultura moderna. No antes de pararme a pensar cuánta impotencia, cuánta miseria, cuánta rabia y cuanto dolor siente un padre al ver que no tiene con qué sacar adelante a su familia. No antes de pararme a pensar qué sentiría si me desahuciaran de mi casa, la que llevo años pagando con mucho sufrimiento a un banco que se está haciendo rico con mi penuria. No antes de tratar de imaginar lo que es llegar una mañana a trabajar y que tu empresa haya cerrado sin una explicación, sin una compensación y sin tener el amparo del Estado del Bienestar.
Lo que más miedo da es que igual España no está hoy tan lejos de Grecia. Lo que aterra es que este Gobierno del PP es primo hermano del que condenó a los helenos al infierno en el que viven. Lo que produce pavor es que con la Reforma Laboral que aprobó Rajoy el viernes quizás no estemos tan lejos como nos pensamos de nuestros compañeros griegos.
Yo me inclinaría a apoyar a estos… ¿»insurgentes»? si estuvieran asaltando supermercados y repartiendo comida entre gente necesitada pero están incendiando la Biblioteca Nacional y saqueando centros comerciales… Algo rechina. Al menos a mi.
Lo de la Biblioteca Nacional parece que es un bulo…. Es difícil saber realmente qué está pasando, aquí no llega información de la tragedia griega (por si acaso)..
Esto es lo que más miedo me da: «cuánta impotencia, cuánta miseria, cuánta rabia y cuanto dolor siente un padre al ver que no tiene con qué sacar adelante a su familia»
«Lo que más miedo da es que igual España no está hoy tan lejos de Grecia. Lo que aterra es que este Gobierno del PP es primo hermano del que condenó a los helenos al infierno en el que viven.»
Eres una demagoga de TOMO Y LOMO….ASI QUE HA SIDO EL PP EL QUE NOS HA LLEVADO A ESTA SITUACION? Hay que tener unos ovarios como los que gastais los «progres» socialistos…. Ni sabeis historia,ni quereis aprenderla, os llegan con saber los slogans de partido y las frases hechas de toda la vida.
Lo unico bueno de todo esto es que espero que nazca algun partido de izquierdas moderno y con las ideas mas modernas que consiga aglutinar a los que estamos huerfanos de partido.
El CHE fue un gran hombre aunque algun borron echo pero creo que va siendo hora de olvidar frases que ahora mismo solo quedan bonitas en una camiseta y que os pongais a TRABAJAR para el pueblo y no intertar TOMARLE EL PELO AL PUEBLO para poder seguir viviendo de la golferia politica.
Creo que sera la ultima vez que entre por este blog por que para leer tonterias prefiero leer los cuentos de siempre con mi hijo pequeño.
La desgracia de uno es la de todos… ¿ O debería serlo? Por imperativo categórico, se sobrentiende. La estupidez de un socialdemócrata de pro es de esas cosas que nunca falla. Más temprano que tarde se manifiesta, con su carga de demagogia al por mayor, adobada con el sentimentalismo propio de a quien le importa un carajo la verdad de los hechos y sólo se atiene al dictado de sus intereses ideológicos. Cada frase es peor que la anterior. Debe de ser por culpa de la verborrea y de lo poco que asistieron a clase, empeñados como andaban en cambiar el mundo a su gusto. Y luego están, además, los que te vienen con el cuento de que el Che fue un gran hombre. Unos y otros son los mismos, pero andan siempre a la greña, a ver cuál consigue sacar más pecho. Y yo, ¿qué puñetas hago perdiendo el tiempo con estas zafias lecturas, llenas de empatía y solidaridad y ni un puñetero dato? Y, ahora, denme las gracias por proponerles un chivo expiatorio -yo mismo- al que dirigir todo su rencor y su resentimiento connaturales.
Aunque no sé si deberían de molestarse, ya que no tengo intención de volver por aquí. Sigan ustedes a lo suyo, en ese limbo de fantasía que tanto les gusta.