En política hay quien ha hecho de la mentira un arte, del engaño una profesión, del disimulo una forma de vida.
En política hay quien piensa que si calumnias algo queda y que se puede engañar a muchos durante mucho tiempo y a algunos toda la vida.
Aunque estos especímenes florecen en todas las formaciones políticas como las malas hierbas surgen en cualquier huerto, hasta en el mejor cuidado. Hay que reconocer que los ejemplares más llamativos han salido todos de la escuela de Génova.
En Madrid tenemos la lider-esa de las mentiras, doña Esperanza Aguirre que hasta ayer mismo negaba un nuevo tarifazo en los transportes de la Comunidad de Madrid que hoy se ha materializado en una subida del 29%. Por el billete de 10 viajes que el año pasado pagábamos 9€ vamos a pagar este año 12€. Usen el transporte público vecinos y no olviden disfrutar de lo votado.
No puede extrañarnos que el Consejero de Transportes Pablo Cavero, hijo del barón de Carondelet, Ministro de Franco y de la duquesa de la Torre, no haya bajado al metro o subido a un autobús de la Emt en su acomodada y noble vida y por tanto desconozca cuan necesario es para que los trabajadores acudamos a los centros de trabajo; nuestros hijos lleguen a sus escuelas, institutos o universidades; nuestros mayores lleguen a los centros de salud…
Que la Condesa de Murillo que afirmaba no llegar a fin de mes hace unos años, nos tenga acostumbrados a sus frivolidades, a sus salidas de tono a micrófono abierto, a su populismo insufrible y chabacano, no oculta el grave hecho de que nos miente una y otra vez.
Ya hemos visto en los cien primero días de la era MariaNO que el plan es una vez conseguido el Gobierno, hacer exactamente lo contrario a lo prometido en campaña: subir.impuestos, abaratar el despido, copago sanitario, copago educativo…
Mentiras, mentiras y más mentiras sobre las que pretenden sustentar una recuperación económica, una confianza de los mercados, una generación de empleo que precisamente necesitan todo lo contrario, credibilidad.
Dice el refrán que la mentira tiene las patitas muy cortas y que se coge antes a un mentiroso que a un cojo y parece que estamos gobernados por paticortos y cojos.
Recuerden sufridos votantes aquello de que la primera vez que me engañes será culpa tuya, pero la segunda vez que me engañes ya será culpa mía. Estos nos han mentido mil veces y va siendo hora de retirarles la confianza definitivamente.