Acaba de comparecer el Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados, para explicar el alcance del rescate a la banca española por parte de la Unión Europea y las contrapartidas que nos han impuesto para prestarnos el dinero.
Nuestro país está intervenido, vigilado, tutelado o como quiera llamarse por los hombres de negro de las instituciones europeas, que no van a permitir que el PP mueva un solo euro sin su consentimiento. El Gobierno Rajoy se dedicó a sembrar dudas sobre la economía española, no solo cuando estaba en la oposición, sino desde los ministerios, dudando de las Comunidades Autónomas y sus cuentas, de los bancos y sus balances, de todo y de todos. Y ahora, como a Pedro y el lobo, Europa no se fia de nosotros.
Niega Rajoy y niega de Guindos que a España se le haya impuesto condición alguna para prestarnos 100.000 millones de euros que necesita la banca para tapar sus desmanes provocados por el círculo virtuoso del ladrillo. Dice Rubalcaba que cree a ambos cuando niegan la intervención y que por tanto entiende que las medidas tomadas son únicamente por la voluntad del Partido Popular y no por la mano negra de Angela Merkel.
Anuncia Rajoy su batería de medidas, no impuestas por Europa, que aprobará el Consejo de Ministros el viernes y que son básicamente las siguientes:
- Subir el IVA general de 18% a 21% (más que Alemania)
- Bajar las prestaciones por desempleo a partir del 6º mes del 60% de la base reguladora al 50% para, según sus propias palabras, incentivar la búsqueda activa de empleo… No le llamo lo que me pide el cuerpo porque no está bonito en una señorita.
- Quitar la paga extra de Navidad a los funcionarios, los moscosos, bajarles el salario, subirles las horas de trabajo y aplicarles la movilidad funcional por el artículo 14, porque le sale de sus partes nobles.
- Reducir el número de concejales, como si ignorase que el 50% de los concejales de España no tienen sueldo en sus Ayuntamientos sino que trabajan por amor a sus conciudadanos.
- Eliminar la deducción por compra de vivienda en la declaración de Hacienda, obviando que el actual Ministro de Hacienda, el ínclito Montoro, fue el que introdujo aquello del círculo virtuoso del ladrillo que acabaría con todos los problemas de España y que en realidad ha sido la semilla del mal.
Solo hay dos posibilidades, a la vista de los acontecimientos y de las declaraciones de unos y otros: el Gobierno de Mariano Rajoy es cómplice de la ultra derecha europea en la aplicación de medidas que machacan a la clase media, a los asalariados, a los trabajadores, a los pensionistas, a los desempleados o el Gobierno de Mariano Rajoy son meras comparsas de la ultra derecha europea que nos impone estas medidas a cambio de rescatar a los bancos.
En ambos casos, tanto si son cómpices como si son meras comparsas, en España se están aplicando políticas ultra liberales, de derechas, de recortes feroces para buscar el control del gasto sin tener en cuenta que eso no permite crecer a la economía, que impide la creación de empleo, que asfixia la demanda interna y que por tanto nos conduce irremisiblemente a la recesión.
En ambos casos, marionetas de Alemania o actores necesarios del crimen español, se ignoran las políticas de expansión, de inversión pública, de crecimiento, que defienden nuestros principales aliados, Hollande y Obama y nos condenan irremediablemente a no tener futuro.
Si no hacemos oposición de izquierdas frente a esto ¿cuando tocará hacerla?
El pacto hay que hacerlo, pero con quienes se oponen a los recortes, NO con los que los promueven y aplauden. Hace falta un programa alternativo de consenso y un frente social en defensa del Estado del Bienestar. O somos valientes y lo lideramos, o somos humildes y nos sumamos. Pero lo decidimos ya, no hay plazo.