La expresión «pintan bastos» se utiliza cuando una situación se complica hasta el punto de poder salir perjudicados y tiene su origen en la consideración de que cada palo de la baraja española representa un estamento social: los oros al poder económico, las copas (o cálices) al poder eclesiástico, las espadas al poder militar y los bastos (campesinos) al poder del pueblo.
Todas las encuestas publicadas sobre las elecciones autonómicas gallegas y vascas que se celebrarán el próximo domingo nos son adversas a la izquierda en general y muy particularmente a los socialistas. Tanto en Galicia, donde vaticinan una victoria de Feijoo pese a los recortes sangrientos de los populares, no solo en España, sino en su propia comunidad; como en Euskadi, donde el nacionalismo vasco nos relegará a un tercer lugar pese a que sus cifras bajo la lendakaritza de Patxi López son mejores que ninguna otra Comunidad del Estado español.
Ni que decir que es más que probable que suceda lo mismo en las elecciones autonómicas catalanas que se celebrarán en noviembre. El astuto de Mas ha tapado su desastrosa gestión al frente de la Generalitat conduciéndola a la ruina más absoluta, envolviéndose en la Senyera y su maniobra ha sido recibida por los cabestros de la derecha de Madrid con no poco entusiasmo.
Lo madrileños hemos oído muchas veces a Tomás Gómez prevenirnos contra la derecha nacionalista que representa lo mismo en sus territorios que la derecha nacional españolista. Aznar tuvo su plan Ibarretxe y Rajoy tiene su plan Mas. Mismos perros, mismos collares, distintas banderas pero idénticas políticas anti sociales.
Siendo rigurosamente cierto que el Partido Popular, no solo no ha traído la prometida salida de la crisis, el crecimiento económico, la creación de empleo, sino todo lo contrario. Estamos esperando un rescate que dejará la soberanía española en manos de los mercados cuya correa sujeta la teutona Merkel. No lo es menos que los populares apenas se desgastan, que van a mantener un feudo natural como Galicia.
Si tras casi un año de Gobierno de Mariano Rajoy, en el peor momento económico de la democracia, con esta crisis galopante sin control, los recortes en Sanidad, Educación, Servicios Sociales, en Dependencia, el Partido Socialista sigue en caída libre, debemos de dejar de utilizar la herencia recibida como excusa para con nosotros mismos. Sobre todo teniendo en cuenta cuánto nos ofende que los populares se escondan tras la memoria de Zapatero para esconder su propia inutilidad.
No nos quieren, nuestros votantes, nuestros vecinos, nuestros amigos, no nos quieren. No les somos simpáticos, no empatizan con nuestros problemas, nuestras dificultades para levantarnos tras el tremendo varapalo sufrido en las últimas elecciones celebradas, exceptuando Andalucía. El Partido Socialista se ha convertido en el enemigo tanto como el propio Partido Popular. Sois lo mismo nos dicen y no hay manera de que vean lo que es una obviedad, que jamás un gobierno socialista ha cometido una agresión contra la clase trabajadora española como la que está perpetrando el PP.
No seré yo quien os diga la solución a este drama porque no la tengo. Lo que si se es que haciendo lo mismo se consigue siempre el mismo resultado. Si en el último año nos hemos empeñado en mantener una postura responsable, de Partido de Gobierno, en parte lastrados porque nuestros líderes de hoy eran los gobernantes de ayer, en parte porque se pensaba de buena fe que eso era lo mejor para España, y solo hemos cosechado derrota, desengaño, desprecio, desapego… Ha llegado el momento de cambiar.
España nos necesita, los trabajadores, los dependientes, los jóvenes, los jubilados, las mujeres, nuestros hijos, nuestros mayores, los enfermos, los necesitados, los nuestros, nos están esperando, están esperando que vuelva el Partido Socialista Obrero Español que cogió una España gris y deprimida, una España oscura después de 40 años de terror y la convirtió en una potencia mundial, en un país al que la gente emigraba en busca de un futuro, en un referente en derechos individuales: aborto, matrimonio del mismo sexo, ley de igualdad, ley de dependencia…
España está esperando al PSOE y los socialistas estamos esperando volver ser nosotros mismos. Podemos y debemos hacerlo, compañeros.
Martu: La cuestión es saber que porcentaje de los militantes del P.S.O.E. están para servir a la sociedad a través del partido y que porcentaje están para servirse de la sociedad y del partido para su propio beneficio personal( Trabajo fijo con poca preparación).Me temo que el porcentaje de los segundos es mayor que el de los primeros y así nos va.