Hoy, en Madrid, han fallecido al menos cuatro jóvenes, en los incidentes producidos en una macro fiesta de Halloween, celebrada en el recinto municipal, Madrid Arenas, al producirse una avalancha por causas aún no conocidas.
De este drama, podemos y debemos hacer muchas reflexiones, ¿qué tipo de ocio les ofrecemos a nuestros adolescentes y jóvenes? ¿Cómo es posible que entre los 10.000 asistentes a esa fiesta hubiera un gran número de menores? ¿Por qué el Ayuntamiento de Madrid cede instalaciones pagadas con nuestros impuestos para este tipo de eventos?
Tengo una hija de 17 años que hace meses que viene a casa indignada porque sus amigas y ella no pueden entrar en los gimnasios del Ayuntamiento de Madrid para utilizar las salas de aparatos. Y no pueden entrar porque siendo menores de edad requieren la presencia de un técnico o monitor que nuestra alcaldesa Botella no contrata para ahorrar.
Si tienes 17 años en Madrid no puedes hacer deporte, pero puedes salir de noche y entrar en discotecas con carnets de otra amiga mayor o puedes comprar bebidas con ese carnet y emborracharte en cualquier parque o plaza ¿qué mensaje le estamos dando a nuestros chavales?
La numerosa presencia de menores en el Madrid Arenas pone de manifiesto que lo que os comento no es puntual. En la noche de nuestra gran ciudad, no se controla el acceso a los lugares de ocio que están restringidos para mayores de edad. Lo chavales salen, beben, fuman, consumen drogas y las autoridades madrileñas no toman ningún tipo de medidas contra ello.
Desde las redes sociales se comenta que el aforo estaba superado con creces. Algún dj comentaba que había 20.000 personas en la fiesta, exactamente el doble de lo permitido. También denuncian los asistentes que había puertas cerradas, salidas de emergencia bloqueadas para evitar que la gente se colara por ellas. Muchos comentan que no se pedía documentación al entrar y que en algún momento ni siquiera la exhibición de la entrada…
No podemos obviar el hecho de que la instalación, el Madrid Arenas, es un espacio construido con dinero público, de nuestros impuestos. Su propiedad es municipal y está cedido por una miseria a una empresa, que a su vez lo alquila a la organizadora de la macro fiesta. ¿Quién ha ganado mucho dinero con este desmadre? ¿A quién podrán pedir responsabilidades los familiares de las niñas muertas? ¿Cuándo piensa salir la alcaldesa no votada por los ciudadanos, Ana Botella, a dar explicaciones?
Esta noche mi hija y sus amigos han alquilado un local para celebrar una fiesta de Halloween, con un día de retraso porque ayer estaba todo lleno. Esta noche, mi hija de 17 años saldrá de casa vestida de enfermera muerta para pasárselo bien con sus compañeros de Instituto. Esta noche, aunque a su fiesta solo asisten 250 jóvenes, esta madre no pegará ojo hasta que su polluela vuelva al nido. ..Y eso que la mía es de las formalitas y volverá razonablemente pronto, y no se emborrachará, y avisará por whassap de cómo le va…
MI COLUMNA DE LOS JUEVES EN DIARIO PROGRESISTA: DACION EN PAGO
todo eso está muy bien, pero digo yo que alguien más habrá responsable, no?
dicen que alguien encendió una bengala o un petardo… supongo que le pareció gracioso.
He estado en fustas parecidas en ese mismo recinto muuuuuchas veces y jamás JAMÁS ha pasado nada en ninguna de ellas.
Vale, que nos preguntemos por el ocio que ofrecemos a los jóvenes y todo lo que quieras, pero preguntémonos también porqué nadie mete en la cabeza de los/as descerebradas/os algunas pizcas de sentido común…. por ejemplo sus padres, hermanas/os, tíos…. es decir TODOS NOSOTROS
BASTA YA DE ESCURRIR SIEMPRE EL BULTO, esto es consecuencia de una suerte de ‘degradación social’ que viene instalándose desde hace muchos años y como tal nos compete a toda la sociedad
aquí ha muerto gente y no sé si es culpa de una persona, de dos o de milones de ellas, pero todos tenemos que pensar en ello y no sol odisparar al punchingo ball de siempre (aunque se lo merezca)
¿qué tipo de ocio les ofrecemos a nuestros adolescentes y jóvenes?
El que corresponde a este capitalismo indecente y estúpido que campa en los madriles y otras grandes urbes españolas del ocio nocturno, donde lo único que cuenta son los beneficios rápidos acosta de estos jóvenes y de hacienda y por ello, no importa ni si quiera su salud, desde el consumo de cualquier cosa que pueda pasar por alcohol de marca, hasta atentar contra la seguridad de ellos, que mas da, si «nunca pasa nada», al menos para los autores de la desidia y de la dejadez de la seguridad para obtener mayores beneficios, por el camino doble de no contratar la necesaria seguridad y no comprobar que la gente pase objetos que puedan ponerla a prueba.
En fin Martu esto es Madrid, donde el liderazgo empresarial y social lo detenta gente como Arturo Fernández y donde desde hace dos décadas, solo interesa el individuo y se aparta el interés y la motivación del colectivo, aquí desde hace dos décadas solo cuenta ganar dinero y ello trae esto y lo otro y lo de mas allá.
El que controla la televisión, controla el territorio. Gracias a la televisión, un festejo que en España no tenía arraigo ninguno, en apenas una generación ha acabado siendo adoptado como una tradición «de toda la vida» por los españoles. Tampoco lo veo mal ni me meto con Halloween, al contrario, por mí como si adoptamos también el día de muertos de los mexicanos. Pero es una reflexión sobre el poder de los medios: Internet se ha comido mucha parte de la tarta, pero el cine y la televisión siguen teniendo un poder inmenso.
¿Que qué mensaje le estamos dando a nuestros chavales? ¿Te suena «¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque… y al loro!»? Pues eso…