Cuando decides escribir un blog, igual que cuando decides escribir un libro o realizar alguna actividad que requiere constancia y esfuerzo intelectual, tienes que ser consciente de que tu cerebro va por libre y no conoce de horarios, ni de días de la semana y que por tanto imponerte la obligación de una entrada diaria o un número de páginas por jornada, es una esclavitud que no os recomiendo.
Hace tiempo que no cumplo con la entrada diaria que me impuse porque estoy pasando un periodo de indolencia y auto complacencia en el que no me veo con fuerzas de darme malos ratos. Bastante duro es estar en el paro, sin perspectivas de trabajar mientras este Gobierno inútil de Mariano Rajoy siga aplicando políticas de recortes en lugar de estímulo de la economía. Bastante duro es pensar que mi hija tiene que ir a la Universidad el año que viene y no se si podré pagársela, lo que supondría para mí, un fracaso absoluto como madre. Bastante duro es pensar que me quedan 31 años de hipoteca y no se que será de mi vida…
Hace tiempo que no cumplo con la entrada diaria porque no se qué pasa con las musas pero antes tenía dos y tres escritos en la recámara y me veía obligada a elegir entre ellos para publicarlos porque todo me parecía nuevo y apasionante y ahora veo las noticias, leo prensa, escucho la radio, echo un ojo por los blogs y todo lo que veo es lo de siempre. Vivimos atrapados en el día de la Marmota: recortes anti sociales del PP, gente humilde sufriendo, imágenes de violencia irracional y líderes nacionales y mundiales absolutamente incapaces de cumplir sus obligaciones.
Hace tiempo que no cumplo con la entrada diaria porque tampoco se qué pasa con mi Partido, unos pocos sordos a las reivindicaciones de unos muchos. Una guerra sin cuartel en los medios de comunicación. Una batalla soterrada en que los bandos no están muy claros y los objetivos menos. Y unos militantes atónitos, desencantados, hartos, pensando si no sería mejor dejarlo, que la vida es muy corta y está muy achuchada para perder tanto tiempo tan valioso con quienes nos desprecian.
Hace tiempo que no cumplo con la entrada diaria, quizás porque todos tenemos un número de palabras que podemos escribir al año y yo he superado con creces el mío por lo que se me ha agotado el ingenio, la chispa. Se ha cerrado el grifo de la inspiración y toca esperar, bien el fin del mundo Maya dentro de un mes, bien el año nuevo y sus nuevos propósitos y su nuevo aluvión de palabras para usar.
Si esto del número de palabras por persona fuera cierto, el que más lo iba a gradecer es mi santo, el pobre, que es quien soporta estoicamente mi verborrea. Cuando llega cansado a casa, después de un día de comercial, hablando, escuchando, sonriendo, empatizando… me encuentra aquí deseando interactuar con alguien, cargada de palabras frescas que vierto sobre él sin piedad. ¡Se tiene ganado el cielo!
Hace tiempo que no cumplo con la entrada diaria pero así a lo tonto estoy llegando a la recta final de ésta. ¿Habrán vuelto las musas o será solo un espejismo? Eso solo mañana lo sabremos, mañana al enfrentarme a esta página blanca y azul de wordpress quizás no encuentre nada que decir, o quizás si. Como diría mi heroína de ficción favorita: «Mañana, Escarlata O’Hara, eso ya lo pensaremos mañana».
PD Mi columna de los jueves en Diario Progresista ERNEST LLUCH
No te agobies, sera el Otoño… eso es lo que me dicen ami. Yo creo que tras un año de gobierno del PP todo empieza a estar gris, nos cubre un manto de desesperanza, contra el que es muy difícil luchar. Sus decisiones, incluso sus amenazas nos afectan a todos y no nos atrevemos a ilusionarnos con el futuro. Eso es lo peor de este gobierno. Yo tampoco escribo, ni hago nada, en cuanto al partido tu lo has descrito muy bien; » Y unos militantes atónitos, desencantados, hartos, pensando si no sería mejor dejarlo, que la vida es muy corta y está muy achuchada para perder tanto tiempo tan valioso con quienes nos desprecian.»
Bajo este estado de animo es difícil remontar.
Por experiencia te digo, que a veces es necesario darse un tiempo, parar, y tomar impulso.
Animo valiente.
Del resto coincido; es Otoño y es normal estar un poco «flojos» (yo mismo dormiría tres días seguidos si pudiera) sobre todo porque estamos mentalmente cogiendo fuerzas para unas Navidades que siempre requieren de nosotros lo mejor. Ahora, sobre el PSOE nada de desesperanza. Si nos vamos quienes queremos cambiar en vez de perder Congresos por 11 votos los perderemos por 200 y entonces sí que se habrá perdido todo el trabajo.
Estamos a nada, a muy poco. El trabajo de fondo va calando y es necesario seguir porque prácticamente estamos tocando con los dedos la renovación necesaria. Si hace falta nos turnamos para llevar las riendas del caballo que dirige la partida de Pancho Villa, pero que nunca se quede sin jinete 😉