Estos días en que el Partido Popular está inmerso en una trama de corrupción incardinada en la Gurtel pero de dimensiones que no llegamos todavía a alcanzar, hay un empeño, casi enfermizo de la caverna mediática, de convencer a la sociedad de que todos los políticos son iguales, de que conforman una clase política corrupta y de que por tanto, lo que ha hecho el Partido del Gobierno, no es tan grave, ni raro.
Yo soy política, soy vocal vecino de una Junta de Distrito en Madrid, y como tal cobro una indemnización los meses que hay pleno, 11 al año, de 570€. Por tanto, aunque la política no sea mi medio de vida, si es un medio al que le dedico mi vida. De estos 570€, dono al PSM el 10%, como cualquier otro cargo electo en Madrid, 57€ al mes, concretamente. Además dono a mi Agrupación 100€ mensuales lo que debe ser un 30% más o menos. El resto es asunto mío y de Hacienda que se encarga de llevarse un buen pellizco cada año.
Yo soy política, pero no soy clase política, soy clase trabajadora. Ahora formo parte de la empresa más grande de España, el INEM y antes he trabajado por cuenta ajena y cotizado a la Seguridad Social unos 16 o 17 años. En breve me dedicaré a mi profesión, el Derecho, por cuenta propia y que sea lo que tenga que ser.
Os voy a poner a continuación un ejemplo de las renuncias que suponen para alguien como yo vivir por y para la Política. Esta es una nota de mi hija, la que hoy cumple 18 años, que encontré sobre mi almohada, una noche al volver a casa tardísimo de un acto de la campaña de Tomás Gómez:
Los que somos Políticos, no clase política, dejamos abandonadas nuestras parejas, nuestras familias, nuestras casas, nuestros amigos y nuestras aficiones cada vez que el Partido nos necesita. Los que somos Políticos, no clase política, anteponemos la búsqueda del bienestar de todos, al de nuestros propios seres queridos. Los que somos Políticos, no clase política, no recibimos sobres con dinero negro, no tenemos amigos del alma que nos hagan regalos a los que querer un huevo, no vamos a bodas en El Escorial, no viajamos a Suiza por sus altas montañas y sus bancos paradisíacos…
Los que somos Políticos, no clase política, estamos hartos de los golfos de cualquier Partido, más aún del nuestro, que se lo llevan muerto y ensucian nuestro sacrificio, nuestro esfuerzo diario, nuestra reputación y nuestras almas. Malas gentes que caminan y van ensuciando la tierra.
Queremos, no, exigimos, tolerancia cero contra la corrupción política. Exigimos al Partido Socialista Obrero Español que expulse de sus filas a cualquier implicado en una trama delictiva sea amigo de quien sea y caiga quien caiga. Demos ejemplo, pasémonos de honestos, exageremos en las medidas contra los que son indignos y solo así, los ciudadanos, dejarán de considerarnos clase política y empezarán a vernos Políticos: honestos, trabajadores, honrados, decentes y buenos.
Los que somos politicos y estamos 12 horas un domingo, en vez de estar con la familia, estamos en un comite regional y somos portavoz en junta, si fuera por dinero
Estoy contigo con los corruptos toledancia cero.
Yo he estado tambien en politica no como tu pero he intentado ser participe de propuestas, pero al final esta todo pactado y lo que milirantes queremos se pierde una vez que sale de la agrupacion, en el PSM o no llega ni al federal, ellos no cuentan con los militantes pero lo que he visto en ciertos sitios la verdad no me ha gustado, ni en los regionales.
Martu estoy de acuerdo contigo ,No todos los Políticos son Corruptos ,en estos momentos estoy en la Ejecutiva de mi Agrupación, la cual me siento orgullosa de estar con mis compañer@s; debido a la situación económica están llevando el Pueblo sin ningún animo de lucro e inclusive nuestro Alcalde que renuncio a su sueldo y se incorporo a su profesión Profesor de Instituto por las tardes y lleva la Alcaldía por las mañanas .Somos el único mi Pueblo que el Equipo de Gobierno no cobran de las Arcas Municipales.Se puedo pedir mas de unos Políticos Socialistas como los míos?.
Saludos Socialistas
Comparto opinión y artículo…SOMOS LA GENTE QUE SE PREOCUPA (Y OCUPA) DE LA POLITICA…pero no la gente que vive de la política
No soy político pero estudié Ciencias Políticas cuando cumplí los 40. Nunca será correcto juzgar a la totalidad por una muestra, más si la muestra no es significativa para el análisis estadístico. Durante muchos años la sociedad ha sido apática con la política, quizás porque los que se dedicaban a ella gozaban de un status privilegiado y unas relaciones sospechosas con nuestro reciente pasado. Los que trabajáis desde las bases tenéis el respeto de la sociedad, es injusto introduciros en el mismo cajón, pero la sociedad ha despertado. Analizamos el pasado para construir el futuro, y en ese análisis vemos con estupor que los que enarbolan ahora la bandera por la regeneración democrática también son culpables, por acción u omisión, de la imagen que proyectan políticos, políticas y partidos. Los que hoy gobiernan serán siempre sospechosos porque sospechoso es el orden social que proponen. Pero cuando tuvimos oportunidad de provocar el verdadero cambio, os acordáis, nos comportamos como becarios asustadizos de introducir reformas que atrajesen a los ciudadanos a participar de la Política. Los que con una abnegada dedicación optáis por el servicio público renunciando a hijos, parejas, amigos o aficiones debéis provocar el cataclismo dentro de vuestras organizaciones y exigir las responsabilidades, caiga quién caiga. Quizás así se deje de hablar de clase política para identificar con nombre y apellidos chorizos ocultos en tan noble actividad.
Lo siguiente no es una afirmación, es una duda, ¿Y no será un error ético abandonar a quienes más deben representar en nuestras vidas,lo que a su vez provoque sentimientos de frustración que lleven a justificar nuestros actos, los más sublimes o abyectos y que a su vez nos permita relativizar acciones poco morales?
Lo digo porque, si el fin justifica los medios , dejar atrás a los nuestros en lugar de llevarlos con nosotros en el camino es el primer paso hacia la despersonalización y nadie debería tener que tomar esa acción. Es una actitud propia de hombres antiguos que separaban a la familia de su vida social y política. Deberíamos haber avanzado algo más hacia la humanización de la acción política. Nadie debería pedir tanto en tiempos de paz. De los otros tiempos, para qué hablar…