¿Suizos o chorizos?

Esta semana nos hemos enterado que Don Juan, el padre del rey, tenía una pasta gansa en Suiza, paraíso fiscal europeo, que a su muerte, hace veinte años, heredaron Don Juan Carlos y sus hermanas, las Infantas Margarita y Pilar. En concreto fueron dos millones doscientos cincuenta mil euros para el campechano.

Aun partiendo de la base de que tener dinero en Suiza no es ilegal, desde luego si resulta inmoral, sobre todo si hablamos del Jefe del Estado español. Cabe preguntarse qué ha sido de todo ese dinero que su padre le dejó en Suiza y por qué nos enteramos ahora, veinte años después.

Parece que todo el que tiene que dar ejemplo en este país empezando por el Jefe del Estado, su hija y su yerno; y siguiendo por el Partido en el Gobierno, al menos el que ha sido su tesorero durante 20 años y que se ha hecho famoso por repartir jugosos sobres en la sede de Génova, 13, tiene dinero escondido en Suiza evitando con ello pagar impuestos aquí como todo hijo de vecino, Luis, el Cabrón, Bárcenas.

Y justo hoy se presenta la campaña de la renta 2013 y viene con un impuestazo de Rajoy que el año pasado nos subió el I.R.P.F. y que hará que todos nosotros suframos un poco más cargando con los costes de esta gran estafa a la que llaman crisis. ¿Con qué cara nos pedirá el Ministro Montoro, compañero de fatigas de tanto sobrecogedor que cumplamos con nuestras obligaciones con el fisco?

Eso sí, se podrán desgravar las pérdidas ocasionadas por el juego en bingos y casinos, mira que oportuno para cuando el PP de Madrid con siga que el magnate de Las Vegas, Adelson nos monte un mega casino en la Comunidad, será todo maravilloso, maravilloso.

Supongo que a nadie nos hace ilusión pagar a Hacienda, pero desde hace muchos años, la mayoría de nosotros lo hacíamos convencido de que nuestro dinero servía para garantizar una Sanidad pública de calidad para todos, una Educación Pública para nuestros niños, ayuda a los Dependientes… todo aquello que configura el Estado del Bienestar del que los españoles nos sentíamos orgullos, como buenos padres ante sus maravillosos hijos.

Ahora que el Partido Popular privatiza la Sanidad, desmantela la Educación, ha hecho desaparecer la Dependencia, le ha quitado pensiones a nuestros mayores, les obliga a pagar los medicamentos que necesitan, ha bajado el sueldo a los funcionarios y ha terminado con todo aquello que hacía que mereciera la pena pagar impuestos, algunos podrán pensar que igual ya no merece la pena cumplir con sus obligaciones ciudadanas.

Ahora que los próceres de nuestra sociedad, empezando por el Rey y siguiendo por políticos, empresarios, deportistas, famosos varios, se han llevado el dinero a Suiza, unos legalmente, otros ilegalmente, pero todos inmoralmente para no ayudar al Estado español, a las arcas públicas, a todos nosotros, entiendo que otros piensen que somos los únicos gilipollas que aún tiramos del carro y que quizás ha llegado la hora de dejar de hacerlo.

La verdad es que aunque Montoro sea un impresentable que utiliza su puesto como Ministro de Hacienda para amedrentar y amenazar a todo aquel que critica al Partido Popular o al Gobierno de España, que lo mismo es. Aunque todo Gobierno de Rajoy haga méritos para que los españoles nos levantáramos contra ellos, sino en armas, si en urnas. Aunque den ganas de tirar la toalla, en unos días me bajaré el programa Padre de Hacienda y haré mi declaración y la de los míos honradamente, sin trampas, sin tretas, porque no hay mejor manera de demostrar cariño y respeto por España, por los españoles, por la democracia, por el socialismo, por los principios y valores de uno que seguir siendo como creemos que debemos ser.