Compañeros y compañeras, miembros de la Ejecutiva, Tomás, subo a esta tribuna y como en las veces anteriores mis primeras palabras quiero dedicárselas, sin intereses espurios al compañero Jorge Gómez, que fue dado de baja de militancia “voluntariamente” sin que le dieran la oportunidad de oponerse ni firmara papel alguno solicitando o autorizando su “baja voluntaria” y con el que esta Ejecutiva tiene una deuda pendiente. ¡Algunos, te echamos de menos, Jorge!
He estado dudando mucho entre subir aquí, como en ocasiones anteriores, a poner de manifestó aquello que creo que no funciona, que no se hace bien, y hacerlo aquí en el Comité Regional, en clave interna y desde la lealtad, aunque esto sea malinterpretado por algunos o subir aquí a decir cuan orgullosa me he sentido en los últimos meses de ser militante del Partido Socialista de Madrid, del partido que ha logrado la paralización de la aplicación del euro por receta con su recurso al Constitucional. Del partido que también ha denunciado los pliegos de condiciones de la privatización de la Sanidad Pública madrileña. Del partido que ha participado en todas y cada una de las movilizaciones que se han producido pese a las reticencias iniciales de algunos. Marchamos con los mineros y su marea negra, con los maestros y su marea verde, con los sanitarios y su marea blanca, por el empleo, contra los recortes, en defensa de lo público, de lo nuestro, de lo de todos.
Nuestro Secretario General, Tomás Gómez ha sido contundente en la petición de responsabilidades a los corruptos del PP, en exigir dimisiones, moción de censura y si fuera preciso adelanto electoral, como también lo fue antes hablando de la abdicación del rey, de modelo Federal pero solidario para el Estado Español, de la necesidad de que la Iglesia católica pague el IBI de sus propiedades como el resto de los ciudadanos españoles, denunciando la indignidad que rodea a la Ministra de Sanidad, Ana Mato, mientras ella cobra los medicamentos a los mayores o cercena el derecho de las mujeres a ser madres.
Llevamos ya varios años sembrando y se acerca el momento de recoger lo sembrado. La ciudadanía tiene que percibir a los socialistas de Madrid como una alternativa real a los recortes austericidas del Partido Popular, pero solos, no podemos hacerlo, es preciso que los votantes vean un Partido Socialista Obrero Español transparente, valiente, cohesionado, comprometido con un proyecto de izquierdas, participativo, moderno, que respete a su militancia como ejemplo del respeto que tendrá al ciudadano si vuelve a depositar su confianza en nosotros.
La Conferencia Política debería ser ese lugar donde el PSOE, todos juntos, articuláramos una propuesta que nuestros votantes volvieran a sentir como suya y que les hiciera volver a confiar en nosotros, pero sin descuidar un cambio en los procedimientos internos que termine con prácticas poco democráticas, arbitrarias y más propias de otros tiempos pasados y peores que del Siglo XXI, el de las redes sociales, internet, la globalización, la información al alcance de todos, de eso que algunos gurús llaman la inteligencia colectiva.
En la Conferencia Política debemos apostar porque aquello que se decide en las agrupaciones tras semanas de trabajo, debate y votación, sea respetado y defendido por los delegados que acudan a los Congresos, bien recuperando el mandato, bien alcanzando la máxima tan ansiada por la militancia de 1 militante 1 voto en aras a la igualdad de oportunidades.
Debemos también manifestar claramente a la ciudadanía nuestra tolerancia cero con la corrupción, fijando en los Estatutos de nuestro partido que todo aquel socialista que sea procesado, es decir, que se abra contra él Juicio Oral, deberá abandonar cualquier cargo orgánico e institucional.
Otra máxima reclamada por los militantes y fácilmente comprensible es 1 socialista 1 cargo, 1 socialista 1 sueldo, salvo imperativo legal. Acumular cargos y salarios no es propio de un partido que aspira a la redistribución de la riqueza, como es el nuestro.
Dudaba, os decía al principio si subir aquí a lamentar que la Conferencia Política de este otoño se haya diseñado con escasa vocación de participación y de cambio. Entiendo que 37 plazas para los más de 17.000 militantes de Madrid es una burla a las bases y a la participación, pero quiero ser positiva.
Desde aquí os pido a los que acudáis a la Conferencia, que lo hagáis cargados de valentía y generosidad, valentía para enfrentaros a los cambios que este Partido necesita y generosidad para llegar a acuerdos que terminen de una vez por todas con viejas rencillas y diferencias internas, y que nos hagan salir de allí como uno solo. Aunque ahora no seamos conscientes, muchos ciudadanos nos están mirando. De nosotros depende que esa mirada vuelva a ser de complicidad y no de desconfianza.
¡Suerte y a trabajar!