COMITÉ FEDERAL, una mañana perdida.

En el Partido Socialista Obrero Español, existe un órgano que toma las decisiones, de acuerdo a los Estatutos, en cada ámbito territorial, denominado, por lo general, Comisión Ejecutiva, bien Federal, bien Regional, Provincial o Local o de Distrito, que es elegida cada cuatro años en los Congresos en los que participan delegados escogidos por y entre la militancia de ese mismo ámbito y que acostumbra a estar liderada por un Secretario General.

La actividad de la Comisión Ejecutiva se controla mediante otro órgano de mayor representatividad y proporcionalidad denominado Comité, bien Federal, Regional o Provincial, del que son miembros natos las ejecutivas y otros cargos, completando el número total por militantes elegidos, unos a propuesta de la propia Ejecutiva en el Congreso, otros a través del voto en las diversas agrupaciones.

Es tarea fundamental de estos Comités determinar la política del Partido, fijar la política de alianzas, dirimir conflictos, fiscalizar la labor de las ejecutivas y tomar parte en la toma de decisiones importantes, así como aprobar las cuentas y gestión. En una palabra, ejercer la sana crítica leal a las decisiones, posturas, propuestas, etc., de la Comisión Ejecutiva.

Hubo un tiempo, cuando los líderes de nuestro Partido eran líderes dentro del Partido y también referentes de la sociedad, cuando los ciudadanos miraban expectantes hacia el socialismo como la solución a sus muchos problemas, en el que nadie tomaba la palabra en un Comité para tocarle las palmas al Secretario General, decirle lo guapo que es, lo bien que lo hace todo y ganarse con ello un puntito más en la lista de los pelotas del mes, sino que solo hablaba quien tenía algo que aportar, alguna pregunta o crítica.

Y no, hooligans de PedroSánchez, esto no va por él, o no solo por él, que he sufrido estos comportamientos “palmeriles” durante los años que he sido miembro del Comité Regional del Partido Socialista de Madrid. Os aseguro, y en este blog tenéis las pruebas, que he intervenido en todos y cada uno de los Comités celebrados hasta que el autoritarismo de César Luena nos disolvió, y siempre de forma crítica hacia la Ejecutiva de Tomás Gómez.

Entiendo que no sirve de nada celebrar un Comité Federal como el de hoy, con las importantes dificultades por las que atraviesa nuestro Partido:

• unos pésimos resultados en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, salvo honrosas excepciones y solo maquillados por la debacle del Partido Popular con la que hemos conseguido recuperar poder territorial.
• Unas mediocres expectativas electorales en las que, en el mejor de los casos, apenas alcanzamos un 25% de voto con el que formar gobierno será prácticamente imposible sin recurrir a malabarismos post electorales.
• Unas elecciones autonómicas en Catalunya donde se está jugando el futuro de España y en las que el papel del socialismo catalán es irrelevante, en gran parte motivado por la falta de un proyecto sólido para España que explique de manera entendible nuestra apuesta por el Federalismo, que vaya acompañada de una reforma fiscal que no enfrente territorios y que determine de forma clara nuestra apuesta por la solidaridad interterritorial, como no puede ser de otra forma.
• Unas elecciones generales que el PP va a desplazar hasta que nos encontremos inmersos en plena vorágine navideña para que votemos todos convencidos de la recuperación que nos venden a diario los medios de comunicación, la alegría de las luces y los villancicos y las falsas cifras de empleo que genera la campaña de Navidad, y en las que no parece que tengamos oportunidad alguna de darle la vuelta a una más que segura derrota.

Y que en ese Comité Federal, con todos los líderes territoriales y aquellos a los que hemos elegido para representarnos, nadie alce la voz para criticar, por ejemplo: las larguísimas vacaciones de nuestro Secretario General que Rajoy aprovechó para disfrutar de 5 comparecencias sin que se escuchara la voz de líder del principal partido de la oposición, la falta de una propuesta coherente en el tema catalán que hace que los delirios de Felipe González sean los que fijen la postura del PSOE, los gravísimos sucesos sucedidos en el Partido Socialista de Madrid, hoy PSOE de Madrid desde la destitución autoritaria de Tomás Gómez, disolución del Comité Regional, secuestro de los derechos de los militantes en una Gestora, convocatoria de un extemporáneo Congreso Extraordinario a finales de julio, trampas en las votaciones en dicho Congreso, toma de decisiones fuera de Estatutos… ni ningún otro asunto de calado.

Creedme, no es deslealtad advertir a los que nos dirigen cuando se equivocan, aunque lo más fácil es agitar los pompones: “dame una P, dame una E, dame una D, dame una R, dame uno O, todo junto PEDRO”. Lo cierto es que no tenemos un mal candidato, pero está rodeado de un equipo de novatos, mediocres, pelotas e interesados, dirigiendo un partido centenario, que es la única oportunidad de España de librarnos del PP y, a cuya dirección ha llegado demasiado pronto, sin estar preparado y sin un proyecto más allá de alcanzar la Moncloa a cualquier precio. Moriremos hartos de remar tan cerca de la orilla…