11/02/2016. UN AÑO DE IGNOMINIA
Rueda de prensa de César Luena, Secretario General del PSOE, 11/02/2015
«Durante los últimos meses hemos ido conociendo una serie de informaciones que afectan al Partido Socialista de Madrid, que afectan a asuntos como el conocido Tranvía de Parla, como la operación Púnica. La dirección del Partido Socialista considera que estos hechos perjudican al Psoe y que han provocado un deterioro grave de la imagen pública del Psoe, y provocan además de inestabilidad orgánica.
Suspendemos de sus funciones a la dirección del partido en Madrid así como a sus órganos de control. Hemos procedido a nombrar una comisión gestora que va a ser presidida por Rafael Simancas.
Voy a convocar a la comisión federal de listas para que evalúe la idoneidad o no de Tomás Gómez como candidato a la comunidad de Madrid. Y de acuerdo a la resolución que acabamos de adoptar creo que es obvio la opinión de la dirección federal sobre la candidatura o la idoneidad de Tomás Gómez».
Mañana se cumple un año desde que César Luena, en nombre de la actual dirección federal el PSOE, encabezada por Pedro Sánchez, defenestró a Tomás Gómez y junto con él a toda su Ejecutiva Regional, a su Comité Regional y a cualquier posibilidad de ganar las elecciones autonómicas y municipales que se celebrarían en mayo de ese mismo año.
Como se colige de las palabras del propio Luena, las razones aducidas para tomar una decisión tan grave como excepcional, no fueron, como se quiso alegar después, las malas expectativas electorales, ni siquiera las más que conocidas desavenencias personales habidas entre Gómez y Sánchez, apenas disimuladas por la tregua surgida en las primarias del verano de 2014, sino la infamia de acusar al Secretario General de los socialistas madrileños de estar implicado en asuntos sucios que dañaban la imagen del PSOE.
Es terrible pretender acabar con un rival político, al que no has podido ganar en las urnas, utilizando contra él herramientas tan autoritarias como poco democráticas, como la declaración de no ideoneidad de un candidato, que solo deberían ser esgrimidas para situaciones de extrema gravedad en las que no quepa otra solución. Pero es aún más grave querer aniquilar, no solo políticamente, sino, lo que es terrible, civilmente, a un compañero de partido, a un socialista desde hace décadas.
Acaso se le escapaba a nuestro Secretario de Organización federal y a su jefe, Pedro Sánchez, que tras una acusación de falta de honradez, de corrupción o de deslealtad en la administración de los bienes públicos, no solo se terminaba con la carrera política del parleño, sino que se le dificultaba enormemente su incorporación al mercado laboral bajo la sombra de la sospecha. No lo creo.
Ha pasado un año, 365 días con sus 365 noches y Tomás Gómez sigue sin estar imputado por delito alguno, ni en relación al Tranvía de Parla, ni mucho menos en la operación Púnica. De hecho, desde el día siguiente de su defenestración política, El País perdió el interés por Parla y nuestro Secretario General, Gómez; y las noticias relacionadas con supuestas desviaciones de fondo o irregularidades en los procesos de adjudicación del tranvía han desaparecido de los medios de comunicación.
Nada de lo que hoy pudiera hacer el ínclito César Luena, aliviaría el daño a la carrera política de Tomás Gómez, ni conseguiría subsanar, ni tan siquiera en parte, el menoscabo causado a su imagen pública, pero quizás, si fuera lo suficientemente socialista como para reconocer públicamente su error, disculparse por las infamias vertidas en esa rueda de prensa acontecida hace ya un año y presentar su dimisión por haber destrozado a un hombre bueno dedicado en cuerpo y alma al socialismo madrileño, quizás, se repararía mínimamente el daño personal causado, no solo a Gómez, sino a todos y cada uno de nosotros, hombres y mujeres que viven y sienten socialismo.
Creo que por una vez estoy completamente de acuerdo contigo, solo una cosa no lo estoy, lo de pedir disculpas, eso no esta en el vocabulario socialista, ni tan siquiera en tuyo.
Con respecto a Tomas Gomez, creo como tu pese a no conocerlo personalmente, es una buena persona y muy buen Socialista, pero a veces el árbol grande hace demasiada sombra y hay que talar, quizás esto deberías tenerlo en cuenta, muy buen socialista, muy buena persona, siempre pensé que después de Zapatero el seria el Secretario General, y como yo muchos.
P.D. no se si ve tus post supongo que si, si lo ves Tomas un abrazo y animo, si no lo ve y quieres por favor trasmiteselo.
Salud.
Ni va a pedir perdón ni se espera que haga tal cosa. Eso sí: no os engañéis: Luena es un simple capataz puesto ahí para repartir sartenazos a los disidentes y hacer el trabajo sucio, pero el «cerebro» de aquel golpe de Callao no es otro que «#Pdro Snchez», al que ahora nos presentan como poco menos que la salvación de la izquierda y de la nación. Este hombre no está moralmente legitimado para ser presidente del gobierno, por mucho que el Rey lo vea como el «mal menor». Ni siquiera para ser presidente de su comunidad de vecinos. Cuando llegó a la cúspide del PSOE, aupado por gran aparato propagandístico twitteriano y 2.0. para captar a la chavalería, pero con gente no precisamente joven detrás moviendo los hilos, como el ínclito Pepiño, prometió «máxima colaboración» al PSM de Madrid, «colaboración» que meses después se materializó en una puñalada trapacera por la espalda que no se había visto en España desde los tiempos de Tejero o de aquel asunto tan rocambolesco del Tamayazo.
Se puede estar a favor o en contra de Tomás Gómez, o de otra gente que tenía cargos en el PSM, con los aciertos y errores que cometieron todos ellos. Probablemente no eran los santos que nos han vendido algunas versiones ni los supervillanos que dicen otras. Pero el método para zanjar la cuestión, metiendo a los «seguratas» y a los cerrajeros a clausurar una sede, es más propio de una satrapía bolivariana o de la Gestapo que de un país de la UE que se dice democrático. La agenda política estaba el año pasado (como este) muy dominada por la crisis y por la corrupción, y este asunto se olvidó, o se quiso olvidar, muy rápido, pero en un país normal, en tiempos normales, habría sido un escándalo de primer orden. Un incidente similar en el pasado de González, Aznar o Rajoy le habría inhabilitado de por vida para aspirar a dirigir el país. Zapatero hizo alguna «purga» en León antes de llegar a la cúspide, pero no se tiene noticia de que usara métodos tan cutres y barriobajeros.
Si ha usado estos métodos para purgar su propio partido de disidentes, un gobierno dirigido por él, ya sea en solitario, ya sea en pacto con la derecha, en pacto con los perroflautas, en pacto con los centristas, en pacto con los catalanistas u otros partidos… es un paso adelante para la conversión de España en un país autoritario, o por lo menos, en un país de democracia débil. El otro día, dando un paseo por la Gran Vía, ví la sede de Callao ya ocupada por otros inquilinos y despojada de sus antiguas banderas y logotipos. Una oportunidad histórica de haber tenido un excelente escaparate de cara a la sociedad, en la calle más transitada de España, ha sido abandonada a toda prisa, como si fuera el Sáhara en 1975, por la vendetta personal de un niñato con pretensiones.
Caso de que se llegue a materializar el gobierno de Snchz, quiero ver si tiene esos ímpetus de hace un año para encarar problemas de verdad. La crisis sigue sin salida, y hay indicios en China y en Alemania de que van a venir nuevos problemas económicos. Muchos de los nuevos partidos de «izquierda» se están quitando la careta y están dejando ver los nacionalistas periféricos ( o cosas más peligrosas) que llevaban dentro. Si nos vamos fuera, el neozarismo de Putin, el Isis, los populismos sudamericanos y otros muchos parecen estar envueltos en una apuesta para ver quién liquida antes Occidente, su civilización y sus valores. Ahí es donde están los problemas de verdad, y no se van a solucionar con «seguratas» ni con cerrajeros.
A nivel ya meramente personal, lo que me da pena de todo esto es que se ha tirado por el WC el trabajo de muchos miles de personas durante los últimos años para que volviese a haber en España una izquierda seria, integrada en Europa y con sentido de Estado, como la que teníamos por ejemplo entre 1982 y 1992. Se ha adueñado del concepto de «progresismo», «socialismo», «izquierda», etc… una gente que parecen caricaturas de «rojos» hechas a propósito por los servicios de propaganda de Franco.
Y lo malo es que aunque los izquierdistas íntegros (que haberlos haylos) quieran ir a cambiar todo esto en serio, la gente está escaldada y no les va a hacer ni caso en las próximas 2 o 3 legislaturas. Puedo parecer pesimista, pero la situación que tenemos encima es cutrísima. Ya hemos visto, por un lado, demasiados niñatos pijos tipo Pdro Snchezs que bajo sus trajes impolutos esconden un discurso errático y vacio, y por otro, demasiados okupas, guiñoleros de segunda fila, porreros y similares. Ni unos ni otros representan al español estudiante, ni al español trabajador, ni al trabajador pensionista, ni conocen sus problemas, ni le están ofreciendo soluciones reales. Unos con su BMW de lunas tintadas, otros con sus carriles-bici (que exigen pero luego no respetan), la situación de esperar un autobús para ir al trabajo les es tan desconocida como para un terrícola la superficie de Marte.
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