¡Hoy, 21 de junio de 2016, mi abuela Fita cumple 89 años!
Los que me conocéis sabéis lo importante que es mi abuela para mí, que la tengo siempre presente, que cuento muchas cosas de ella y que la nombro muy a menudo en la tele, que sé que le encanta y farda con las vecinas del pueblo de su nieta, la que sale en las tertulias y que siempre se acuerda de ella.
Mi abuela es un pilar fundamental en mi vida, cuando no está en Madrid hablo con ella por teléfono a menudo, sobre todo cuando me pasan cosas buenas que para contar penas no merece la pena descolgar el teléfono, voy a verla al pueblo aunque en su casa de peles de frío en invierno y mueras asado en verano, y cuando está aquí, como en casa de mi madre con ellas siempre que puedo.
Pero es que mi abuela no solo es importante para mí sino que lo es para toda mi familia materna. Aquí impera un claro matriarcado, somos todas primogénitas, mi abuela, mi madre, mi hija y yo misma, todas primeras hijas, todas mujeres fuertes, de carácter, que se han echado su vida y sus familias sobre sus hombros, siempre luchando, siempre pa’lante.
Cuando pasa algo en la familia, una enfermedad, un divorcio (que somos todos una banda de malcasados, como nos dice ella), un despido, la pregunta fundamental es ¿quién y cómo se lo dice a la abuela? La verdad es que algun@s la tiene más miedo que vergüenza y hasta aquí puedo leer, no es mi caso.
Para mi hija es un lujo tener una bisabuela de la que lleva disfrutando 21 años, aunque ella la llame «abuelaFita» (todo junto) porque mi madre siempre se negó a que la llamara abuela. Fue mi abuela quien se vino a cuidarme a Barcelona cuando casi me muero dando a luz, porque mi madre trabajaba y ella estaba ya jubilada. Fue mi abuela quien iba a buscar a mi hija a la guardería cuando me divorcié y me volví a Madrid a vivir. Es mi abuela quien le teje bufandas, le cose los bajos de los pantalones, le prepara croquetas y tantas cosas que mi hija comienza ahora a valorar como el oro líquido que son.
Sé que es ley de vida que un día me falte, pero tengo la esperanza de que sea de esas abuelas centenarias que sacan en las teles autonómicas soplando velas en el día de su 100 cumpleaños, sobre todo mientras mantenga la salud de hierro, no solo física, sino mental, de la que goza hasta la fecha.
Que te quiero mucho abuela, aunque no tengas redes sociales seguro que te lo vayan a chunfletear las de alrededor, pero igualmente te llamaré para felicitarte y el primer fin de semana que pueda me voy para Don Benito a achucharte (y a apretarnos una zapateira y un bacalao dorao en El Cristo de Elvas).
MartuBlog 
Felicidades por poder disfrutar aún de su querida abuela. Dios quiera que pueda tenerla más tiempo.
No he entrado jamás en este sitio y en otros análogos, entre otras razones por mi ideario político que se halla en las antípodas del suyo. Soy tradicionalista.
Me gusta escucharle en El gato al agua, y más todavía, verla.
Le escribo porque el otro día le escuché decir en El gato, que coincidió con P. Sánchez en el instituto Ramiro de Maeztu. Aseveró que él no le hacía caso porque se iba con las guapas. Ante esta afirmación quiero decir que me confirma una cosa y me enseña otra.
Me confirma que P. Sánchez es tonto. Me enseña que Vd. es modesta.
Un cordial saludo.
Por cierto, ¿de qué nombre procede «Martu»?
Gracias, mi nombre es Marta pero mi primer correo electrónico fuer martuniki y de ahí salió Martu
Cada persona puede escoger la forma que le apetezca para ser llamada por los demás. Pero le digo que «Marta» es mucho más bonito -tan bonito como su portadora- que «Martu». NI comparación.
Esperemos que mañana no se queden los marxistas podemitas en segundo lugar. Pienso que es cuestión de tiempo que estos tipos venzan. Mañana, no, pero en las próximas elecciones sí podría ocurrir. Esa es la herencia que nos van a dejar los peperos: por un lado, los podemitas, por otro, toda la obra de Zapatero, de la que como Vd. comprenderá, nosotros, los tradis, abominamos. Como abominamos de la democracia liberal, en la que no creemos porque es una gran mentira de la que se aprovechan unos cuantos listos. Pero le doy la razón en una cosa que le oí el otro día en «El gato», cuando comentó que un bar, unas personas estaban insultando a ZP: no se debe insultar a nadie, y menos sacando a la familia (la madre, el padre, etc.) Yo, cuando he criticado a ZP, o a quien sea, no insulto, al menos, gravemente. Podré decir «tonto», «mendrugo» y cosas por el estilo, pero nunca llamo a un adversario «h. de p» y cosas graves de esa clase.
Bueno, no le doy la vara más.
Reciba mi más respetuoso saludo.
La buena noticia de las elecciones: que Podemos pierde más de un millón de votos y no crece en escaños. Y que Maroto y el ex Jemad, que me caen gordísimos, no consiguen escaño.
La mala: que la Derecha sigue sin estar representada en las Cortes. Y no me diga que el PP es de derechas porque mi carcajada se va o oír en Nueva Zelanda. Marta (¿me permite que la llame así?),aquí en Murcia capital, yo he hablado con amigos sociatas (lo digo sin matiz despectivo) muy cercanos a Pedro Saura y M. Glez. Veracruz, y les he retado a que me indiquen cinco diferencias sustanciales entre PP y PSOE. Empiezan a hablarme de un «talante distinto», «una sensibilidad social», «más gasto social en los Presupuestos», y otras zarandajas huecas. Puedo admitir diferencias únicamente accesorias, de matiz, secundarias, pero en lo fundamental, nada de nada, hasta el punto de que ambos partidos son intercambiables. ¿Qué diferencia hay en las siguientes materias?:
Aborto, apoyo a la familia, ideología de género, politización de la justicia, Estado de las autonomías (el cáncer que devora a España), subordinación a Bruselas, inmigración, etc. Cuando a esos amigos míos de su partido, les rebatí las respuestas que me dieron, guardaron silencio porque comprendían que en esas cuestiones podrá haber como mucho, diferencias de matiz; sustanciales no hay ninguna.
En cuanto a la victoria pepera, me da igual quien gane, sea PP o PSOE por la razón apuntada. Yo voté a VOX porque no se presentaba Alternativa Española que es la formación con la que más me identifico. pero nada de nada, porque Marta, en política se necesita muchísimo dinero para llevar a cabo una actividad y tener posibilidades de ganar o conseguir al menos un buen resultado. Sin dinero, a la p… calle. Esa es una de las muchas razones por que considero a la democracia liberal más falsa que Judas: aquí sólo pueden ganar los que tienen buenas fuentes de financiación. Es como si el Real Murcia pretendiese ganar con su presupuesto la Liga de Fútbol y la Copa de Europa ( la Champiolí, como dicen, que parece nombre de un chino).
Por otro lado, el voto no refleja el verdadero estado político de la nación: muchísimos votan por miedo (la propaganda pepera ha funcionado pero que muy bien), o por castigo, o por la idea de un voto útil, o por mal menor, o por el deseo de votar a «caballo ganador», etc. Total, que muchísimos no votamos a lo que realmente queremos sino a otras candidaturas. MIre: en mi vida sólo dos veces he votado a los peperos, una en 1993 (mis primeras elecciones generales) y la segunda en 2011. En las dos no vote lo que yo quería: en 1993 voté al PP porque había que echar a Felipe, y en 2011 voté al PP (no con pinzas en la nariz, sino con un traje antiébola para no pringarme con la papeleta pepera) porque había que echar a ZP. Y como yo, muchos millones de españoles no votan lo que realmente quieren. Esa es otra de las muchas razones por la que no creo en la democracia liberal.
La he escuchado en muchos Gatos y la considero perspicaz (además de bella), si encuentra esas cinco diferencias sustanciales en cuestiones fundamentales, me gustaría me las señalase.
Saludos.
Me encanta oír a Martu