España sale muy mal parada, se mire desde el punto de vista que se mire, en esto del coronavirus, la lucha contra la pandemia, el confinamiento, el aplanamiento de la curva o el tan ansiado desescalado.
Tenemos más muertos por millón, llevamos encerrados más tiempo que nadie y con el encierro más estricto de todos, nuestros sanitarios caen como moscas, siguen dándose un número demasiado alto de contagios, pese a que se supone que estamos encerrados en casa, la presión en las UCIs de algunas Comunidades Autónomas como Madrid o Cataluña es insoportable y no vemos cerca el poder salir a la calle, pese a que llevamos confinados desde mediados de marzo.
Parece que hay una cosa que tienen en común todos los países tanto en Europa como en Asia, que han conseguido esquivar la bala de plata del coronavirus y es la realización masiva de test. Es lógico que si podemos detectar los infectados, incluso asintomáticos, pronto, podremos separarlos de los sanos y así cortar de raíz la espiral de contagios.
También es cierto que cuando se diagnostica la enfermedad en su primer estadio, se puede monitorizar al paciente y poner tratamiento precoz que evite la terrible afectación pulmonar que está llevando a la muerte a gran parte de ellos, y para ello, también son necesarios los test.
Incluso, pensando en la salida ordenada del confinamiento, si pudiéramos otorgar una suerte de pasaporte, salvoconducto o carta verde, a aquellos que ya han pasado el coronavirus y no pueden, a priori, sufrir ni contagiar la enfermedad, esto permitiría la vuelta a la normalidad productiva a gran parte de la población española, donde la enfermedad ha campado libre y, por tanto, debe haber gran número de inmunizados.
Entonces, cabe preguntarse, sin ánimo de politizar la pregunta ¿por qué no se están realizando test de manera masiva? Y solo hay una respuesta, si se atiende a lo que explican unos y otros, PORQUE NO HAY. De ahí la segunda pregunta que uno debe hacerse es ¿cómo es posible que no seamos capaces de producir nuestros propios test? Tenemos laboratorios, centros de investigación, profesionales sanitarios de gran prestigio y todo lo necesario para auto abastecernos de test, pero no lo hacemos ¿por qué?
La vuelta a la normalidad en los Hospitales, que nos están vendiendo como gran avance, supone que todas las UCIs improvisadas en quirófanos, paritorios, urgencias y edificios en obras, tiendas de campaña o ferias, se están devolviendo a sus usos habituales, pero las UCIs, propiamente dichas, siguen al máximo de su capacidad, por lo que no están preparadas para asumir un nuevo repunte si salimos del confinamiento, por eso seguimos encerrados.
En estas UCIs hay enfermos que llevan conectados a un respirador semanas, a los que se les están aplicando todos los tratamientos que con otros parecían funcionar, pero ellos siguen estancados. No son ancianos, no tienen patologías previas, pero no responden al tratamiento y su estancia en la UCI no parece tener fin ¿Qué hacer con ellos si se presenta una nueva epidemia de coronavirus y empiezan a llegar nuevos pacientes con quizás, mejor perspectiva de vida? Esta es una pregunta que se están haciendo nuestros intensivistas y cuya respuesta, muy pocos queremos conocer.
En las Residencias de Ancianos, los pocos test que se realizan anuncian que son mayoría los infectados y la tasa de mortalidad en ellas es altísima. No son centros médicos, no tienen medios para aplicar tratamiento, respiración asistida y, en muchos casos, ni siquiera medicación para ayudarles en una muerte digna y sin sufrimiento. ¿Alguien tiene un plan para que los pocos que queden sin infectar no sigan conviviendo con los enfermos? Ya os anuncio que no.
Si con toda la población encerrada no se aplanó la curva, si con la vuelta al trabajo de la construcción y la industria, tampoco parece haber grandes cambios en la curva, igual es que los focos de contagio son/somos los asintomáticos. Igual hasta que no hagamos test y detectemos los vectores de contagio, es absurdo echarle la culpa a los que se saltan la cuarentena, a los perros, a los niños, a los supermercados, a las Residencias, a los Hospitales o al lucero del alba.