Con todo lo que llevo escrito sobre la que tenía que haber sido una Conferencia de Organización para cambiar los vetustos estatutos del Partido, claramente mejorables en cuanto a democracia interna, transparencia y participación de la militancia, y hoy es una Conferencia Política, claramente programática, aunque algunos se empeñen en negar la evidencia, creí que ya no me quedaría nada que decir, pero sí, voy a ello.
A menos de una semana para el comienzo de la Conferencia siguen las voces que claman por unas Primarias que no están en la agenda de la organización y que en realidad oculta una clara intención de cambiar al ahora Secretario General, Alfredo Pérez Rubalcaba a través de un procedimiento, las primarias de elección del cabeza de lista de las elecciones generales previstas para noviembre de 2015, que es una trampa para la inteligencia.
No digo que no me parezca necesario cambiar a Alfredo porque ya he dejado escrito aquí que si yo fuera él, al terminar la Conferencia Política dimitiría y convocaría un Congreso Extraordinario para elegir una nueva ejecutiva con unos mecanismos de elección más participativos y democráticos. Lo que digo es que si lo que se quiere es quitar al Secretario General se diga abiertamente y no se parapete uno detrás de unas Primarias ansiadas y esperadas por la militancia cuyo objetivo es otro.
Alguno de los que hoy piden Primarias, decían a las pocas semanas del Congreso de Sevilla, dejad que Alfredo hunda al PSOE que luego ya vendremos nosotros a levantarlo, al más puro estilo Montoro, lo que me repugnó y escandalizó tanto que aún hoy no lo he podido olvidar. Alguno de los que hoy piden Primarias, cuando se les pregunta qué pasará con un/a candidato/a elegido a dos años vistas que no es Secretario General con despacho en Ferraz ni portavoz del Grupo Parlamentario Socialista con micrófono en el Congreso, te contestan que después de las Primarias se fuerza la dimisión de Alfredo y un Congreso Extraordinario.
No estoy de acuerdo, el orden de los factores sí altera el producto y mucho, a mí me da igual el poder, ni pinto nada en el Partido ni voy a concurrir a unas primarias nacionales por lo que lo único que me importa es el PSOE y la gente que lo estamos pasando mal, gente como yo, en paro, con hijos en la universidad, con dificultades para pagar la hipoteca, la matricula, la luz, el gas, el agua y que no ve esa luz al final del túnel que ha deslumbrado al Gobierno de Rajoy.
Aunque ya lo he dicho alguna vez, lo vuelvo a dejar claro que algunos que ven conspiranoias por todas partes no lo entienden:
- Conferencia política donde afrontemos de manera valiente temas como son laicidad, república, federalismo, reforma fiscal, educación, Sanidad… Y sin olvidar los cambios estatutarios que tiendan a alcanzar 1 militante 1 voto en la toma de las decisiones importantes del Partido.
- Dimisión de la Ejecutiva y convocatoria de un Congreso Extraordinario en el que elijamos una nueva Ejecutiva que pueda trasmitir a la sociedad que todo lo acordado en la Conferencia estamos dispuestos a ponerlo en práctica en cuanto volvamos al poder. Una Ejecutiva alejada del pasado reciente, que para nuestra desgracia, sea injusto o no, es un lastre por lo que representa de rechazo social.
- Primarias abiertas a aquellos que simpaticen con nuestro ideario, que afirmen compartir nuestros principios y valores, para elegir el cabeza de lista de las elecciones generales. Un cabeza de lista que deberá querer representarnos a todos y defender lo acordado entre todos, una nueva manera de hacer las cosas, un proyecto colectivo, ilusionante y que nos presente ante los ciudadanos como una verdadera alternativa al austericidio popular.
- Congresos Extraordinarios en todos los territorios porque ninguno de nuestros Secretarios Generales y sus ejecutivas han sido elegidos con los nuevos métodos de participación democrática de la base que deberemos utilizar a partir de ahora. Porque hay que predicar con el ejemplo que las palabras se las lleva el viento.