En estos días en que se está tratando de formar gobierno en España, con unas mayorías minoritarias y unas minorías que se creen mayoritarias, hay cinco mentiras que los socialistas no debemos consentir, para poder definir bien de lo que se está debatiendo
1.- No querer someterse al chantaje, imposición, propuesta trampa, deslealtad o como queráis llamarla, de Podemos, no nos convierte en fachas. Somos socialistas, defendemos un proyecto propio, autónomo y con años de experiencia comprobada. Pongamos nuestra propuesta de cambio para España y si quiere Podemos que la vote o que vote con el PP y demás, allá ellos.
2.- No querer un gobierno con el PP, que está imputado por corrupción y que está asediado por casos Bárcenas, Gurtel, Púnica, Acumed, etc, no significa que nos tengamos que echar en brazos de Podemos. La opción de unas nuevas elecciones, con nuevos actores y con las cartas sobre la mesa, a la vista de cómo se han comportado unos y otros, no es mala idea.
3.- El PSOE nunca ha gobernado con el PP, se ha llegado a acuerdos con ellos en temas fundamentales para España como un pacto por las pensiones, un pacto anti terrorismo y la polémica reforma de la constitución que nos impusieron desde Europa en 2010. Algunos defienden que lo mejor era que Zapatero hubiera convocado nuevas elecciones y no ceder al chantaje de Europa, él pensó que lo mejor para España era evitar el rescate, quizás se equivocó, pero esto no nos acerca al PP en nada.
4.- O el PP o el caos no es aceptable. Da igual lo que diga el propio PP sobre su supuesta recuperación económica que solo ha traído desigualdad, precariedad y mucho sufrimiento. No nos importe que la patronal y los poderosos anden nerviosos porque no sigan los suyos. España va bien porque las condiciones nos son favorables: petróleo bajo, turismo al alza por la guerra y el terrorismo en destinos de la competencia, USA creciendo… y van a seguir siéndolo una temporada, no hay prisa para tomar tan importantes decisiones.
5.- Hay que dejar a Pedro Sánchez hacer lo que quiera porque es el Secretario General del PSOE elegido por la militancia. Y se callan que fue elegido en un Congreso Extraordinario, para un mandato extraordinario que acaba al empezar febrero, luego es derecho de todos y cada uno de los que conformamos el PSOE, volver a ser preguntados sobre el liderazgo de nuestra organización en un Congreso Ordinario. Esto no es mirarse el ombligo, si la figura de Sánchez no estuviera cuestionada no tendría problema alguno en someterse a la democracia interna, estaría convencido de la fortaleza de su liderazgo, de su postura ante los pactos, pero no es así. El PSOE no es asambleario, el PSOE tiene unos Estatutos y Reglamentos que fijan unos procedimientos y nadie, repito, nadie, debe estar por encima de ellos, mucho menos usando la excusa de hacerlo “por España”.