La palabra más repetida hoy en cualquier tertulia televisiva ha sido liderazgo. Liderazgo, siempre referido a la ganadora de las elecciones en Andalucía, Susana Díaz y primera presidenta electa de la Junta de esa Comunidad Autónoma. Liderazgo que José Bono ha definido en El Programa de Ana Rosa como cuando un niño trata de definir un elefante y dice es un animal grande, con trompa, no sé, pero sale uno en televisión y dice: “eso es un elefante”, pues lo mismo pasa cuando quieres definir liderazgo, que ves a Susana Díaz en la tele y gritas: “ella tiene liderazgo”.
El liderazgo no se aprende, no se hereda, no se imposta, ni siquiera se trabaja como pretenden hacernos creer los que alimentan un candidato surgido del marketing, el liderazgo se tiene, de manera natural, como lo tenía Felipe González y no se tiene, aunque se lleve varios años en la Presidencia del Gobierno, como le pasa a Mariano Rajoy. Es así.
Durante la campaña electoral andaluza se ha librado más de una batalla, no solo se ponía en juego la Presidencia de la Junta de Andalucía, que por otra parte estaba más que claro que recaería en Susana Díaz, precisamente por ese apabullante liderazgo que ostenta, sino que también se dirimía el liderazgo en el Partido Socialista Obrero Español, que no está tan claro que Pedro Sánchez lo tenga, pese a su: “tú en San Telmo y yo en Moncloa” que soltó inopinadamente en uno de los dos mítines que ha compartido con Susana Díaz.
La debilidad del Secretario General federal, su falta de liderazgo es tal que le ha llevado en los últimos meses a tomar decisiones suicidas como defenestrar al candidato elegido por las bases madrileñas, Tomás Gómez a tres meses de las elecciones, poner una de las mayores Federaciones socialistas en Gestora y todo para avisar a navegantes y controlar a un posible aliado de Susana Díaz de cara al 26 de julio, día en que está comprometido se celebren unas Primarias abiertas a la ciudadanía para elegir al cabeza de cartel del PSOE en las elecciones nacionales.
En esta campaña donde apenas han contado con él, se han producido algunas anécdotas que demuestran la alarmante necesidad de protagonismo y atención que tiene Pedro Sánchez. Una de ellas, quizás la más ridícula ha sido la lucha de carteles electorales que han mantenido de manera sorda desde Ferraz contra el PSOE andaluz. Montajes para incluir a Pedro a capón en mitad de los carteles oficiales de la campaña andaluza o carteles en los que el nombre de él era bastante más grande que el de ella, todo menos usar los andaluces, que han sido la risa de las redes sociales.
Confío que esta debilidad, este narcisismo y esta confusión de la tiranía con el liderazgo queden definitivamente resueltos el 26 de julio, cuando se celebren las primarias pero, para seros sincera, dudo mucho que esto se produzca. Teniendo en cuenta los plazos que fija el Reglamento de Primarias aprobado en febrero de 2014, se necesita 20 días para la recogida de avales y no menos de 30 antes de la votación para la campaña, 50 días antes del 26 de julio nos sitúan peligrosamente cerca del 24 de mayo, elecciones municipales y autonómicas. Me temo que con la excusa de que ahora lo importante es ganar en mayo, no se volverá hablar de las primarias hasta el día después, 25 de mayo, lo que hará casi imposible llegar en plazos.
Si a esto le unimos el, más que alarmante rumor, de que Mariano Rajoy podría adelantar elecciones generales para hacerlas coincidir con las catalanas en vista de que Ciudadanos les está haciendo un roto por la derecha, nos encontramos en un escenario donde algunos dinosaurios, prohombres socialistas, jarrones chinos y otros estorbos varios, nos quieran convencer que lo mejor es no hacer primarias y dejar a Pedro, por el bien del PSOE, de España, del bipartidismo y del Gran Pacto. Dior quiera que me equivoque…
Cada día y lo reconozco me gustas mas quizás sean los varapalos q te han dado, que te han hecho mas critica, o q estés madurando políticamente, creo mas en lo primero, pero lo mas importante es q cada día me gustas mas bueno como escribes.
Salud
plas, plas, plas, plas,
Y sí, nos quedaremos sin primarias.
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