
Inicio este artículo con el firme propósito de fijar mi posición política de cara al Congreso Regional Ordinario del Partido Socialista de Madrid que se celebrará en las próximas semanas, espero conseguirlo porque no sois pocos los que me estáis preguntando qué voy, o vamos, a hacer.
Durante los últimos días, quizás semanas, probablemente meses, he hablado muchas horas con cientos de compañeros, no solo de Madrid, pero fundamentalmente de Madrid, con los que he intentado analizar lo sucedido desde aquel fatídico 11 de febrero de 2015, en que el tándem Sánchez/Luena, destrozó el entonces PSM, hoy PSOE-M, declarando no idóneo como candidato a nuestro Secretario General, Tomás Gómez, disolviendo su Ejecutiva Regional y hasta el Comité Regional.
Desde ese momento, gran parte de la militancia de Madrid nos hemos ido quedando huérfanos de líderes, de referentes, empezando por el propio Tomás Gómez, que tras su traumática defenestración, desapareció de la vida pública, al menos aparentemente, pareciendo dejar toda la responsabilidad de dirigir, liderar, acompañar a los miles de militantes de Madrid que le apoyamos con nuestros avales, votos, horas de redes sociales, visitas a todas las fiestas de todos los municipios de Madrid…, en las espadas de Antonio Miguel Carmona.
Nadie podrá negar que Carmona dio la cara por Gómez en todos los medios de comunicación, en público y en privado, hasta el punto de ser objeto de crueles burlas por ello. Nadie podrá negarme, que, en aquellos primeros meses, el propio Gómez consideraba a Carmona su sucesor natural y le mostraba su apoyo en privado para que concurriera a la Secretaria General de Madrid cuando terminara la Gestora que presidía el ínclito Simancas. Tampoco nadie podrá negarme que ese idilio se rompió en algún momento del 2016 y Tomás decidió ir por libre, aunque eso no ha trascendido hasta las últimas semanas. Y los militantes de Madrid, huérfanos.
Después llegaron las primarias federales entre el resucitado Pedro Sánchez y la andaluza, Susana Díaz. Otra vez, una parte de la militancia madrileña sentimos que teníamos una líder a quien seguir en la recuperación de ese Partido Socialista de Madrid con identidad propia dentro del proyecto socialista, pero igual no acertamos. Durante la campaña, en todos los actos que se produjeron en Madrid, Susana Díaz estableció una suerte de equidistancia entre todos aquellos que podían sentir la tentación de liderar Madrid: Carmona, Gómez, Segovia y hasta satélites como Cepeda o Puri Causapié.
El resultado de esta táctica a corto plazo de tratar de contentar a todo el mundo para ganar en Madrid fue que, con la derrota de Díaz y su desaparición de la vida orgánica del partido, aquel que a priori contaba con más apoyo militante (se vio en la recogida de avales y se palpaba si se paseaba por las agrupaciones madrileñas), Antonio Miguel Carmona, resultó, en parte debilitado en sus aspiraciones de ganar la Secretaría General de Madrid, hasta el punto de que Gómez ha lanzado candidato propio sin encomendarse a nadie, Segovia se ha pasado con armas y bagajes al bando del candidato de Pedro, Cepeda anda viendo cómo suben y bajan las acciones de cada uno y Puri, Puri es Puri. Y los militantes de Madrid, huérfanos…
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Fatídico el 1 de octubre, el 5 de septiembre de 2015 en Benavente, fatídico ha sido mantener a Tomas González como SG, fatídico tener que aguantar a Carmona en el PSOE, fatídico el día que Felipe entregó el socialismo a la derecha, o aquel noviembre de 2010 donde Zapatero se cagó ante la derecha y Europa, los socialistas hemos aguantado demasiado momentos fatídicos en los últimos 35 años, para que una niñata como tu venga ahora a darnos clases de socialismo.
Breve respuesta a Flavio Martínez. Si eres un camarada socialista me gustaría que defendieras al partido, como hace Martu. Estoy de acuerdo con toda su visión de la polí
tica socialista, Hay demasiado personalismo ombligista en las personas que rigen en el partido en casi todas las agrupaciones. Pocas que trabajen con rigor y muchas que no trabajan o no saben por donde caminar. Siempre respetando a la persona, creo que debería «barrerse» a estas que se comportan como he descrito anteriormente. Quien por acción u omisión haga daño al partido, los incumplidores o díscolos deberian ser expulsados. hay que crear un partido con opinióny no seguir participando de las ideas podemitas que abundan cada vez mas. eso es la perdición. Llevo 42 años en el Psoe, aunque últimamente sin militar y sin votar desde que apareció d. pedro sánchez, y seguiré así hasta que desaparezca. mis formas de proceder en la vida no tienen nada que ver con la política general del partido en la actualidad ni con el proceder de dirigentes. para ser buen socialista hay que tener Oficio, Sacrificio y Beneficio. Y no se considere que el Beneficio es personal, no. El beneficio debe ser para la sociedad y por lo tanto para el partido. Cabezas huecas no.