Por lealtad institucional, con el Partido, con Rubalcaba que ha sido nuestro candidato, con nuestros principios, con nuestros valores, con la militancia que se ha dejado la piel una vez más y con los ciudadanos que generosamente nos han votado, he estado callada esta larga y calamitosa campaña electoral.
Hoy, una semana larga después de la histórica derrota cosechada llega la hora de la auto crítica, pero de la que se hace desde la razón y el corazón con el ánimo de arreglar las cosas, no la que se hace desde la boca pequeña con el ánimo de echar las culpas propias al más cercano y así seguir apoltronado unos cuantos años más.
- es un error y un insulto a la inteligencia regalar tazas por difundir principios y valores socialistas -por cierto que nadie ha llegado a la taza térmica, nadie al termo. Suman dos cuadernos y media docena de bálsamos- Encima de cutres, rácanos.
- rechazar de plano la ayuda de los no afines según su criterio. Como dice un gran compañero, @elbahari: El equipo de @conRubalcaba ha sido cicatero en el retweet, avaro en la mención, estrecho en la interacción y negado a la reciprocidad. Con esto solo consiguieron insultarnos.
- empeñarse en usar hashtag con la palabra PP. Hasta la prensa se hacía eco de que por activa o pasiva, como crítica o halago, todos los temas calientes del día llevaban el sello del Partido Popular. Se ve que nuestra directora nacional de campaña no ha oído nunca el refrán español que dice: lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien.
- usar mil hashtag distintos por no tener coordinada la campaña nacional. Hasta unos aficionados como nosotros, durante la campaña de las primarias de Madrid, al llegar a cualquier acto de Tomás Gómez consensuábamos un hashtag porque es la única forma de concentrar todos los apoyos.
- preparar mal el Debate y tratar a Rajoy como Presidente. Aunque no es propiamente campaña en red, el debate fue un tema caliente en la red y aunque de cara al exterior tratamos de minimizar el efecto: «Sr Rajoy CUANDO ud sea Presidente…» por ahí nos fuimos desangrando.
- no retuitar nada en apoyo de nuestro propio candidato si no viene de los «amigos» políticos. Esto que ya lo apuntaba arriba resulta tremendamente injusto y doloroso, pero sobre todo demuestra muy poca altura de miras. Durante toda la campaña he escrito en este MartuBlog en apoyo de Rubalcaba y del Partido Socialista pero ni uno solo de los encargados de aventar @conRubalcaba se ha dignado a enlazar mi blog pese a que como alguno me acusaba la semana pasada, le había convencido de votar Rubalcaba con mis escritos. La única razón es ese rencor ancestral y montuno que arrastran desde el 3 de octubre de 2010. Con su pan se lo coman.
- Nunca antes un candidato (Rubalcaba) se había admitido como perdedor y se había presentado con el mensaje de «no me hagáis perder por mucho» -Fernando Garea periodista próximo al día siguiente de la derrota- Así es muy difícil ganar algo.
Ya en mayo, algunos pedimos que dimitiera el responsable nacional de campaña, entonces Pepe Blanco por el desastroso resultado en todo el territorio español porque no puede ser que el máximo coordinador, el que decide las estrategias, el cómo, el cuándo y el por qué, al día siguiente de perder dos millones de votos, mire para otro lado.
De aquellos barros vienen estos lodos y nuevamente, la responsable nacional de campaña, hoy Elena Valenciano, no ha asumido responsabilidad alguna en la pérdida, no ya de dos millones de votos, sino de cuatro millones y medio. ¿Es que la compañera no se siente copartícipe de ninguno de los errores expuestos aquí? ¿Es que un responsable nacional de campaña no asume el éxito cuando se cosecha y por tanto ha de asumir la derrota, más aún, cuando es sonada como esta? ¿Es que en este Partido nuestro absolutamente nadie va a dimitir, va a renunciar a recoger su acta de diputado, va a hacer el más mínimo gesto de asunción de su cuota parte de culpa?
Me niego a asumir que los militantes tenemos culpa alguna como ayer pretendió achacarnos Chaves diciendo que todo el partido se siente responsable.
No consiento que se vierta sobre nuestros hombros ni una pizca de responsabilidad porque hoy, los españoles, no nos quieran, no nos crean.
Si de una cosa somos responsables los militantes es de levantarnos cada mañana con el ánimo de defender a nuestro Partido, de acudir por las tardes a las sedes, repartir propaganda por las calles, hacer caravanas electorales -aunque nos apedreen-, pegar carteles en las frías noches de noviembre, llamar por teléfono a propios y extraños para cubrir las mesas electorales, pasar el domingo 16 horas en pie para que ni una sola de nuestras papeletas se quedara sin sumar y llorar amargas lágrimas por una derrota, que no por anunciada ha sido menos dolorosa.
MI COLABORACIONE DIARIO PROGRESISTA: LA MARCA RUBALCABA