Hace pocos días, os escribía en el blog sobre las intenciones de Rajoy de volver al modelo económico del 96, ladrillo, especulación, burbuja inmobiliaria y demás barros de los que vienen los lodos de la crisis actual.
Hoy compruebo aterrada que las intenciones de los cachorros del Partido Popular no son volver al 96, sino volver al 36.
Ayer, una caravana electoral de los compañeros de la Agrupación Socialista del barrio de Salamanca en Madrid fue salvajemente apedreada. ¿Su delito? salir por un barrio rico y ultra facha de la capital a pedir el voto para el Partido Socialista Obrero Español.
Me siento muy cercana a los compañeros por varias razones: porque son vecinos de mi distrito, Chamartín; porque su población es sociológicamente similar a la nuestra, de cada 4 votos 3 para el PP; porque nosotros hicimos una caravana similar el sábado pasado y tenemos intención de volver a hacerla este sábado…
Los compañeros están bien y a parte del susto, solo han sufrido daños los vehículos pero eso no resta un ápice de gravedad al asunto ni esconde las verdaderas intenciones de estos fascistas, callar la voz de los socialistas de Madrid.
Cada domingo electoral, es habitual ver llegar a los colegios electorales de nuestros distritos, Chamartín y Salamanca, personajes tardofranquistas que pretenden votar con el carnet de falange, con el del Ejército… y que votan Partido Popular, personajes que adornan su cuerpo serrano con banderas de España, las más de las veces con el aguilucho en pulseras, relojes, tirantes… y que votan al Partido Popular, personajes que traen a sus cachorros todos vestidos iguales en perfecto estado de revista para que vean a papá, mamá y los mayores de edad votar con fruición al Partido Popular.
Tiene razón Tomás Gómez cuando dice que España tiene la derecha más rancia de toda Europa y que Madrid atesora a los más radicales de entre los rancios: el cazalla Party.
Tiene razón también cuando avisa de que el Partido Popular cobija en sus filas la ultra derecha antidemocrática, franquista y salvaje cuyos comportamientos legitiman con sus siglas.
Dan miedo pero no nos asustan. No nos rendimos en el 36 y luchamos por la democracia, por la legalidad vigente hasta la última gota de nuestra sangre. No nos rendimos en el 39 cuando desde la clandestinidad, el exilio, las cárceles o los montes luchamos 40 largos años contra el genocida Franco. No nos rendimos en la transición cuando con responsabilidad pero con energía defendimos los derechos de los trabajadores, de las mujeres, de los más desfavorecidos y dejamos España que no la reconocía ni su madre. No nos rendimos en el 2004 cuando con mentiras quisieron alejarnos de las urnas y ganamos para la decencia y la democracia el Gobierno de nuestra nación. Y no vamos a rendirnos ahora.
Pelearemos contra los fascistas, contra los mercados, contra las encuestas, contra el desanimo, contra nuestros propios fantasmas, contra todo y contra todos. Pelearemos por lo que creemos, por lo que soñamos.
¡VOTA PSOE!