Hoy, Las CUP, han vuelto a votar no a la investidura de Artur Mas como Presidente de la Generalitat de Catalunya, pese a su plena sintonía con Junts Pel Sí, en cuanto al tema del proces de independencia de Catalunya con respeto a España, como por otra parte habían anunciado que harían, no solo durante los últimos días, sino también durante toda la campaña electoral. Dejando a un lado la coherencia de la postura de Las CUP, en la que no pocos de nosotros, teníamos serías dudas de que fueran capaces de mantenerse con la desnortada presión de los Convergentes, me gustaría concentrarme en el papelón de Mas.
Artur Mas, un señor de derechas, catalán, pero de derechas, de las derechas liberales, para más señas, un señor con una buena educación de pago, idiomas, años de gestión política (lo de cómo de mala es su gestión daría para escribir un libro), un señor viajado, que eso siempre da mucha cultura y un señor que parecía formal, de un tiempo a esta parte se ha transmutado, por obra y gracia de la espada de Damocles de la corrupción que pende sobre su cabeza, en un osado antisistema, que lo mismo te proclama la independencia de Catalunya, que se quita la corbata en el Parlament, que te propone una Asamblea para decidir entre todos, a lo perroflauta, el próximo Molt Honorable.
Me preguntaba yo hace un rato en Twitter, de 0 a Mas, ¿cuánto estarías dispuesto a arrastrarte? porque hay que reconocer que la capacidad para humillarse del candidato de Junts Pel Sí es realmente inconmensurable. Durante sus intervenciones en los Plenos fallidos de investidura, le hemos visto lucir una sonrisa perruna, harto suplicante, aguantando estoicamente las puyas de sus no socios de gobierno. Le hemos visto proponer todo tipo de fórmulas, desde la antedicha Asamblea a una especie de Presidencia coral en la que su papel fuera de adorno, lucimiento o florero.
Y claro, una, que es pobre pero honrada, o pobre y lógicamente honrada, que parece que aquí no hay manera de hacer dinero si no es con malas artes, una, digo, se pregunta qué es lo que hace que alguien sea capaz de arrastrarse de tal forma para conservar el sillón, por muy alto y apetecible que sea este sillón. Y no es el dinero porque viendo sus declaraciones de bienes, solo con lo que tiene a la vista, que probablemente no sea todo lo que tiene, si ha seguido los pasos de su padre político, Pujol, Mas tiene el lomo forrado o como dirían en Andalucía, tiene dinero «pa’ asar una vaca».
Luego, si no es la necesidad económica solo caben dos opciones, que se aferre al cargo por esa especie de «drogaína» que tiene el poder, ese éxtasis delirante en el que caen todos los que han tocado vara de mando y que les hace aferrarse a ella como si no hubiera un mañana, que ya sería triste. O es algo aún peor, que necesita ser President para continuar con su loca huida hacia adelante, llevándose por delante la unidad de España y 40 años de provechosa convivencia pacífica, porque solo en la hipotética República Independiente de Catalunya podría salvarse de una investigación, imputación, juicio y condena por los lustros de latrocinio protagonizados por su formación política, antes CIU, hoy CDC.
Para seros sincera yo me he arrastrado mucho en la vida, que tampoco vamos a ir de dignas en plan yo no punto, nunca punto, como si fuésemos Tania Sánchez, pero solo lo he hecho por amor, así en plan dramaqueen muriendo de desamor y suplicando entre atroces sufrimeintos, pero lo de Artur Mas me tiene «ojiplática» y «culifruncida», creo que los que habéis estudiado psicología deberíais hacer una tesis doctoral con este sujeto porque fijo que os daban un cum laude de esos.
Muy bueno, pero la cagas al final
salud
Este botiguer no se arrastra Martuki, está cautivo de sus andanzas, es un lozano arrastrao y no tiene vuelta atrás.