Hoy estoy tan empachada de Catalunya y tan fatigada de mi pelea con el PSOE para que respete mi derecho a la Libertad de Expresión y no me expulse tras abrirme expediente disciplinario, que voy a escribir sobre 10 cosas que no sabéis de mí, o quizás sí, yo que sé, si os lo cuento todo, para desesperación de mis críticos y solaz de mis fanes.
PRIMERA. Hago autodefinidos en el WC, ya sé que es de lo más vintage en estos tiempos en que todo el mundo se lleva el móvil al excusado. Sí, no os hagáis los escandalizados que si vuestro móvil o tablet hablaran, nos contarían que han visto cosas que jamás creeríamos. Yo también lo llevo, pero lo cierto es que mi preferencia son los autodefinidos. Debe ser porque en casa de mi abuela y de mi madre, siempre hubo crucigramas, sopas de letras y demás pasatiempos con su correspondiente boli en el bidé o encima del cesto de la ropa sucia y ya sabéis que lo que se aprende de pequeño, se queda para toda la vida.
SEGUNDA. Lloro, lloro mucho, y con esto de ir cumpliendo años la cosa se está volviendo un tanto patética. Lloro con las noticias, con un anuncio emocionante, con una victoria deportiva, con una peli dramática. LLoro de impotencia, lloro de pena, lloro de alegría, lloro de risa, lloro de amor y de desamor. Nunca es que me haya importado mucho salir del cine con los ojos como pimientos morrones o emocionarme en un mitin lleno de compañeros y compañeras, pero ahora es que casi lo considero un orgullo, esta capacidad de sentir pese a haber superado la cuarentena.
TERCERA. Tengo mil manías, casi rozando el Trastorno Obsesivo Compulsivo, que se me exacerban cuando estoy nerviosa, cosas como tener que ponerme siempre el calcetín derecho antes que el izquierdo y el zapato derecho también antes que el izquierdo; o comprobar antes de acostarme que he echado la llave de la puerta de casa, hasta el punto de tener que levantarme de la cama si dudo; o tocar un botón si veo un pelirrojo, o contar los platos y colocarlos por colores cuando friego; o tender la ropa con pinzas iguales en cada prenda… una auténtica loca, lo sé. Eso sí, descubro compañeros de tara a simple vista, es un don.
CUARTA. Soy negada para la música, tengo un oído enfrente del otro por lo que canto como un gato agonizando, no doy una nota en su sitio y bailo de pena, lo que me da muchísima rabia porque me encanta cantar y bailar, oigo música a todas horas, para cualquier actividad, cuando estudio, cuando corro, cuando limpio la casa, cuando preparo una demanda, cuando…,
QUINTA. Creo en el amor, creo que cualquier locura que se haga por amor merece la pena haberla hecho. Creo que hay que vivir por amor y morir por amor. Que es más importante tener un amor que te caliente el corazón que una cuenta corriente que te caliente el bolsillo. Que es mejor amar y equivocarse y sufrir que nunca haber amado. Y por fortuna he amado y me han amado y sigo amando y me siguen amando.
SEXTA. Siempre he votado al PSOE, en todas y cada una de las elecciones en que pude hacerlo, la primera de ellas en Catalunya en el año 1991 hasta estas últimas municipales y autonómicas del 2015, salvo en una ocasión… Y no, no ha sido esta última pese a todo, sino cuando decidimos poner a Cristina Almeida como cabeza de lista del PSOE a la Comunidad de Madrid en el 99, como si no hubiera socialistas de Madrid capacitados para liderarnos…
SEPTIMA. No me gustan los perros, adoro los gatos, pero no es que prefiera los gatos a los perros, es que no soporto a los perros. Los grandes me dan miedo, los pequeños repelús. En general, huelen mal, a perro, que es el algo que me desagrada profundamente y además son tan buenos, tan leales, tan dependientes, tan cansinos… No me gustan.
OCTAVA. De pequeña quería ser un chico, portero de fútbol, concretamente Arconada. Desde entonces me ha quedado gran afición por el deporte nacional y una gran querencia a la Real Sociedad, que da pocas alegrías y muchos disgustos, bueno, como el PSOE, soy una sufridora nata.
NOVENA. Cuando no puedo dormir amueblo casas. Sí, como un programa de reformas de Divinity, me imagino vuestras casas y cómo las cambiaría yo para que fueran mejores. Creo que es otra cosa de la infancia, como en mi casa no había pasta para redecorar nuestra vida, mi madre cambiaba los muebles de sitio cada cierto tiempo. Un día llegabas y el sofá estaba en la pared de enfrente, la mesa debajo de la ventana…
DECIMA. No veo películas de miedo porque me dan miedo. Están hechas para eso ¿no? pues yo me acojono mucho en cuanto empieza la musiquilla ratonera tengo que taparme los ojos y mirar por un agujerito entre los dedos, que así parece que da menos susto. Mi pobre santo sufre mis pellizcos y que le pregunte a cada momento ¿qué está pasando? porque yo no me atrevo a mirar. Un desastre.
¿Y qué, vosotros compartís algunas de estas cosas mías o soy la única rara por aquí?
Si también tenemos manías, yo al amarillo, no me gustan los gatos al revés q a ti me gustan los perros por su fidelidad, lloró también por amor por desamor no porque no lo tengo, estoy enamorado de mi mujer 38 años,lloró cuando veo niños malditos, y trabajo en un Hospital 38 años,y sigo llorando, me gustan las pelis de miedo, por eso porque dan miedo, y sólo desde q hay democracia no he votado al PSOE una vez estas últimas elecciones»pero supongo q volveré al redil » y he votado vastantes mas veces q tu socialusta,soy mas viejo,no me gusta cambiar las cosas al revés q a ti y por el mismo motivo no había dinero ni para cambiar de lugar los muebles porque no habían muebles, hoy mi mujer es la que lo hace, cambia nuestra casa, y decora la de los demás, la mía también aunque sabe que me molesta, lo hace aposta, jaja, en fin eres persona como los demás normal vamos creó, ah yo si tengo oído me gusta la música mucho, pero olvido los nombres de las canciones salvo Supertramp, vamos soy del montón normalizó, casi como tu, y casi como todos, menos Rajoy ese no es normal.
Salud
Marta, te leo desde hace bastante tiempo, soy tu amigo en Fb, y te sigo en Tw, de hecho, hasta en una ocasión tuve un problema con un capullo por defenderte, pero eso es otra historia. Muchas veces, no estoy de acuerdo contigo (la mayoría), pero te sigo leyendo. Lo de verte por Ínter…por ahí no paso, jejeje.
Con tus comentarios de hoy, me demuestras (que no es que tengas que demostrarme nada) que eres una persona como yo, o como cualquier vecino, y eso me gusta. De tu socialismo, creo que nadie duda, y si alguien lo hace desde dentro del PSOE, creo que está muy equivocado,ue se hace desde dentro, porque siempre va a ser n beneficio de todos. Espero, y sobre todo deseo, que tu expediente quede archivado y sigas haciendo la crítica desde dentro…yo, como casi siempre, jejeje, estaré en desacuerdo contigo. Saludos.
Pues coincidimos en algunas cosas:
Lo de tender con las pinzas del mismo color y si puede ser que hagan juego con el color de la ropa.
He votado solicalista desde las primeras elecciones siempre, menos estas últimas que voté a Mónica Oltra para la Generalitat…
Coincido también en todo lo que dices del amor: para mí es lo principal. Aunque sufro bastante por miedo a perderlo.
También soy bastante llorón, y con la edad va en aumento, no sólo lloro con las películas, lloro siempre que salen niños en el telediario o cuando veo a uno con parálisis cerebral… no puedo.
Me vuelve locor bailar, pero nunca lo hago por vergüenza y porque no sé…
Dos cosas con las que NO coincido:
– En el WC el papel ya sólo lo gasto para higiene… desde que estoy enganchado a las redes voy con el teléfono.
– No me gustan nada los gatos, son bordes y egoistas. Adoro a los perros que en general son más como personas pero buenas.
Besukisses!
Toni
Si es que somos unos románticos lloricas, Toni