«Se va el faisán, se va el faisán, se va pa La Barranquilla…»
Durante los últimos años hemos asistido al espectáculo más bochornoso de la historia breve de nuestra democracia, con el Partido Popular como protagonista único del esperpento.
Han sido sonadas las intervenciones de Montoro, Cosido y el inefable Gil Lázaro, que semana tras semana, durante meses, han acusado al Vicepresidente del Gobierno y Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de las mayores barbaridades que se han oído en sede Parlamentaria.
En un periodo en que la banda terrorista ETA no mata desde hace más de 2 años, no extorsiona a los empresarios vascos desde hace más de un año, su cúpula ha sido desarticulada por enésima vez, sus presos claman desde las cárceles por el fin de la violencia, la sociedad en Euskadi les ha dado la espalada y todos vemos cercano su final, el Partido Popular sigue intentando utilizar el terrorismo como arma electoral para arañar un puñado de votos.
Desde el punto de vista meramente judicial, el caso Faisán es un despropósito de proporciones estratosféricas. Un juez suplente, el juez Ruz, decide desbaratar una operación policial que con autorización judicial estaba dando tremendos frutos solo para apuntarse el mérito profesional.
Con la oposición de la Fiscalía, comprometiendo la seguridad nacional y poniendo en tela de juicio la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y del Ministerio del Interior, una nueva estrella fulgurante en el cielo de la judicatura se alza contra el mundo, Pablo Ruz.
Hay decenas de escritos al respecto pero por si alguno aún no sabe de qué estoy hablando, el Faisán es un bar en Irún (Euskadi), en el que, con la autorización del Juez Garzón, se inició una operación de vigilancia para desmantelar una red de extorsión de ETA que finalizó con la detención de 24 terroristas.
En mayo de 2006, alguien avisó al dueño del bar de que iba a haber una redada lo que desbarató la operación. El que ordenó detener a los etarras fue el juez Pablo Ruz, que como sustituto de Garzón, decidió terminar con las escuchas que tan buenos resultados estaban dando. Desde la policía se advirtió de la eminente redada con el fin de no poner en evidencia la investigación antes de que terminara de dar sus frutos y para, probablemente, proteger un infiltrado policial en la banda terrorista.
Tan solo un mes después todos los implicados en la red de extorsión de ETA, 24 personas, fueron detenidos y están cumpliendo distintas condenas por ello.
Recomiendo la Versión Apócrifa de Fernando Garea de estos hechos.
Ayer la Audiencia Nacional en pleno desmonta las teorías conspiranoicas del PP y sus medios afines y devuelve al instructor el caso Faisán para que o encuentra nuevas pruebas o archiva la causa, sin causa.
Hoy nadie duda de que el daño político y moral que sobre la persona de Alfredo Pérez Rubalcaba se ha hecho durante los últimos años por el Partido Popular y la derecha mediática difícilmente será subsanado, pero por lo menos le queda la victoria moral de ver limpio su nombre, el nombre del Ministro del Interior que más ha logrado en la lucha contra el terrorismo de ETA en nuestro país.
A todo esto, Rubalcaba no ha salido todavía a dar palos al PP y a sus apoyos mediáticos, como debería, quizás porque algún «Experto Asesor Externo de Comunicación de Campañas Electorales» le ha recomendado no hacerlo…
Hace años, cuando Rubalcaba era «nuestro» Rubalcaba y no RbCB, hubiéramos recuperado 1 millón de votos en una mañana.
¡En manos de quién estamos! 😦
No puedo estar más de acuerdo contigo, compañero y sin embargo amigo. Qué harta estoy de política de salón de té. Cuánto echo de menos cuando uno era uno mismo y sus capacidades y Rubalcaba es el más capacitado para el cuerpo a cuerpo.
¡Señor, líbranos de los Asesores de Campaña!
Lo leo y no me lo creo. Seguimos pensando que el fin justifica los medios. Pasó con Gal y pasa ahora con Faisán. A fin de cuentas ¿para que está la ley?… según todo lo que leo: para saltársela a la torera. En fin, luego nos escandalizamos por unos trajes. Leer para creer
Para mí que es fácil quedarse en el detalle, y no entrar a fondo. Para mí que GAL y Faisán no es lo mismo. Faisán, con la autorización del juez, el fin justifica los medios, puesto que es legal.
Ah. Y el escándalo no son los trajes. No te quedes en el detalle, hombre.
¿Sabes, Martu,? estoy tan cansado del Faisan y todas las avecillas y plumíferos que lo rodean!. Harto. Harto de titulares y opiniones. Sabes que soy esceptico por naturaleza y jurista por formación, mala mezcla 🙂 Algo raro hubo muy raro en el caso, al no conocer los detalles me resulta dificil entrar al trapo, prudencia obliga, pero si te puedo anticipar algo conociendo a los medios y políticos de este país: El faisan no ha acabado. Hay que explotarlo hasta al saciedad., los unos y los otros, arrimando el ascua a su particular sardina. Lo indignante es que funcionarios policiales de a pie, que han seguido seguramente ordenes esten con el precipicio al frente y los lobos detras.
No te preocupes, que en cuanto dejeis de controlar a los jueces (2 o 3 meses mas o menos) el faisán volverá a aterrizar par no emigrar mas. No será necesario quedarse calvo para ver a rubalcaba sentado en el banquillo de los acusados. Ya veremos entonces como cantas entonces la canción.