Hoy, nuevamente, cientos de miles de españoles hemos salido a la calle para decirle al Gobierno de Mariano Rajoy que no vamos a consentir su Reforma Laboral que cercena los derechos adquiridos mediante años de lucha obrera, con la burda excusa de la crisis y el paro.
La gravedad de esta Reforma impuesta por los populares a la clase trabajadora es tal que aún la ciudadanía no ha podido asimilarla. Lo mismo facilita que tu empresario te despida si faltas al trabajo 9 días en 2 meses, aún con justificación, que le permite bajarte el sueldo en un 30% sin tu consentimiento con el único requisito de haber ganado menos en los últimos 9 meses, ¡Ojo que no tienen que acreditar pérdidas, solo disminución de beneficios!.
Igual permite al explotador modificar tus condiciones de horario, de empleo, de ciudad en la que desarrollas tu labor al módico precio de 20 días por año trabajado con un máximo de dos. Dos años es el tope de indemnización aunque lleves trabajando lealmente para tu empresa 20 o 30 años. Dos años es el miserable precio por el que te irás a la calle para que en tu lugar contraten a tus hijos con un periodo de prueba de un año. Un año entero en el que los nuevos trabajadores deberán ponerse de rodillas, hacer genuflexiones y consentir cualquier capricho de su empleador porque pueden ser despedidos sin motivo y sin indemnización durante 364 días.
Una Reforma que hace desaparecer los salarios de tramitación, una obligación que tenía el empresario en caso de que en juicio se determinara que vuestro despido era improcedente, de pagarte el sueldo por los meses que tardase en tramitarse el procedimiento. En estos momentos los Juzgados de lo Social llevan un retraso en torno al año y medio.
El Partido Popular de Mariano Rajoy de la mano con la CEOE ha dado un zarpazo mortal a la Negociación Colectiva, a los derechos sindicales y laborales, a la democracia y a todo lo bueno que construimos entre todos durante los últimos treinta años y por eso es necesaria la Huelga General.
Se que es duro asumir una jornada de Huelga General, que una merma en la nómina en estos tiempos difíciles a nadie nos deja indiferentes, que nuestros jefes toman nota de quiénes son los alborotadores, que todo está en nuestra contra, pero tenemos algo que ellos no tienen, tenemos dignidad y tenemos la razón.
Compañeros y compañeras, hermanos y hermanas, por nosotros, por nuestros padres y por nuestros hijos, por todo lo bueno que tenía y ha de seguir teniendo esta tierra, el 29 de marzo, todos juntos venceremos al opresor.
La huelga general es un instrumento que sólo se debe de utilizar cuando no hay más salida, cuando la otra parte te impone unas condiciones y no las negocia, cuando esas condiciones son sólo para beneficio de los que las imponen. Así no se hacen las cosas imponiendo medidas que sólo suponen un retroceso en las condiciones de trabajo que tanto a costado conseguir para que nuestros hijos pudieran tener un trabajo digno. Ahora se dan las condiciones para una huelga general una huelga que siempre es más dolorosa para los trabajadores que siempre es la parte más débil y que cuando la hacen es porque no puede más.
El PP quiere que los derechos laborales vuelvan a los años cincuenta y contra eso ¡¡Huelga general!.
Los trabajadores que con buena fe y creyendo sus mentiras, dieron el voto al PP y ahora se arrepienten de ello, tienen en la HUELGA GENERAL la oportunidad de enmendar su error.