Con la llegada de la televisión digital, lejos de aumentar la calidad y variedad de la oferta televisiva, nos hemos encontrado con una gran cantidad de canales en manos de la caverna mediática por los que es mejor ni pasar y con otros tantos en manos de las grandes cadenas que son utilizados como un contenedor de basura añeja.
Como en vacaciones uno tiene más tiempo libre y algo de miedo al cáncer de piel, he pasado las largas horas de la siesta española durante la canícula, dormitando frente a la caja tonta mientras mi hija iba de un canal a otro en busca de algo que no la matara de sopor.
Cada vez que abría los ojos me encontraba delante con los personajes de Aquí no hay quien viva o de la que se avecina, que aunque parecen los mismos no lo son, pero que salen a la misma hora por canales hermanos y hacían que mi agitado sueño un totum revolutum de “Estela Reinols, qué sola estoy, pero qué sola”, “váyase Señor Cuesta”, “Antonio Recio, mayorista, no limpio pescado” y sobre todo “¿Qué somos, leones o huevones?”.
Diréis vosotros que con la que está cayendo en España y en el mundo a qué viene esta frivolidad de entrada, pero todo tiene su por qué y su para qué en esta vida si uno tiene la paciencia y la curiosidad suficiente.
En esta España en la que el señorito Floriano se permite el lujo de criticar a aquellos preceptores del subsidio de desempleo, de 400 euros porque viven con sus padres, los muy malandrines, igual pretenderá este iluminado que con ese capitalazo hurtado de las arcas públicas, vivan en el Palace como Duran i Lleida.
En esta España donde se abre un debate artificial acerca de si en Euskadi hay más gente abertzale que amante de los toros, para no hablar de si queremos aplicar la Ley que todos nos hemos dado y que permite la excarcelación de un preso enfermo terminal, a un terrorista.
En esta España donde la Alcaldesa hereditaria de Madrid, que no ha sido elegida en las urnas por los ciudadanos, que va a la peluquería en coche oficial, con chófer y escolta, afea a los bomberos, esos que se juegan la vida para salvar las nuestras, que ganan mucho dinero y no tienen razones para quejarse.
En esta España donde las hordas de la caverna y algún despistado de los nuestros, claman contra la concesión a Assange del estatus de refugiado político para que pueda asilarse en Ecuador, porque quieren que lo manden a Estados Unidos a que lo frían en la silla eléctrica o con un poco de suerte, le pongan la inyección letal por haber puesto en evidencia a la mayoría de los Gobiernos del mundo.
En esta España donde el Gobierno del PP sostiene que una bandera republicana puede interpretarse como una “provocación”, cuando es el símbolo de un Gobierno legítimo y democráticamente elegido por los españoles. Mientras que en sus manifestaciones patrióticas contra las abortistas, los homosexuales que se quieren casar, la rendición de Zapatero a ETA y demás causas de los españoles de bien, lucían con orgullo la bandera del pollo con la que el genocida Paco Franco exterminó sistemáticamente a millones de españoles en aras de la libertad de expresión.
En esta España ha llegado el momento de que todos y cada uno de nosotros nos miremos al espejo y nos preguntemos ¿Qué somos, leones o huevones?
QUIEREN ARRUINAR EL PAIS. PARA DEFENDER EL FUTURO 15 de septiembre. MARCHA A MADRID. ¡¡¡VAMOS!!!
A mi me pasa lo mismo aunque en horas distintas, solo veo la TV por la noche desde la cama y… lo mismo. Da asco.
En cuanto al resto seguro que la mayoria de los que leemos tu bloq nos consideramos «leon@s» teniendo en cuenta que los leones suelen estar en «reposo» esperando a que sus leonas se ocupen… Pero yo que, en principio, sería una leona, veo a mi alrededor much@s huevon@s… Es hora si, aunque tarde, es hora de poner los huevos sobre la mesa la pregunta es: ¿habrá suficientes huevos para hacer una tortilla para tantos necesitados?.